Uno de los recuerdos más bonitos de mi infancia, aunque esta película no sea especialmente para niños.
Hay películas que recuerdas por lo que te transmitieron en su momento y/o que recuerdas con cariño por la nostalgia. 'Monster House' es el ejemplo personal más claro de ello. La he visto tantas veces que, aunque no me sepa aún los diálogos perfectamente al completo, sí que podría decir escena por escena cómo transcurre la historia de memoria. Fue mi película favorita de pequeño (además de la primera de Tobey Maguire de 'Spider-Man') y, ahora, siendo mayor de edad, me doy cuenta de que tan para niños no es en el fondo.
Y es que la apariencia puede engañar, pero 'Monster House' nunca ha sido directamente dirigida para el público infantil. Esto se explica a razón de su humor negro sutil, la crítica social que esconde indirectamente y la oscura historia que se presenta de manera explícita. Reconozco que, de pequeño, me daba más mal rollo Nebbercracker que la propia casa.
Los personajes conectan desde el primer momento con el espectador: son excesivamente carismáticos, exagerados en su justa medida y capaces de sostener una historia "perturbadora" dentro de un envoltorio de apariencia infantil. La trama está escrita al detalle, lo que consigue dejarte sin preguntas. No se subestima al espectador y eleva constantemente la tensión emocional y narrativa sin forzar nada (bueno, un poco sí).
La banda sonora es otro de sus grandes aciertos. Es de las pocas melodías que nunca olvido. Un acompañamiento musical que se quedará en el recuerdo para siempre; es la guinda de un pastel en el que se combinan la emoción, el misterio y el humor sin perder cohesión.
Admito y reconozco que la nostalgia juega un papel importante en lo que siento al ver esta película, pero incluso si la viera hoy por primera vez, estoy seguro de seguir pensando que es una obra maestra de la animación.