Crítica de SensaCine.com para Bailando con lobos: Recuperar el sentido épico y revisitar la historia americana

Normalmente los actores que se lanzan a la dirección suelen hacerlo con una primera obra pequeña que anticipa una segunda más ambiciosa, como en el caso de, por ejemplo, Mel Gibson. Pero Kevin Costner, en 1990, decidió todo lo contrario: debutar con una superproducción en el más clásico sentido de Hollywood del término: larga duración, espectáculo, relato íntimo y relato épico dándose la mano, un poco (o mucho) de revisión histórica, un diseño de producción espectacular y un guion en apariencia complejo pero que en el fondo esconde una enorme sencillez. Y así, Costner dirigió, y protagonizó, 'Bailando con lobos', una película valiente en muchos aspectos que recupera en gran medida los grandes relatos épicos del Oeste clásico aunque se inscribe dentro del revisionismo del género al centrarse en los indios sioux. Costner logra equilibrar los momentos íntimos con los más grandilocuentes que, a la sazón, son los que mejor conseguidos están en el aspecto visual, consiguiendo, además, una película dinámica, entretenida y espectacular que, sin embargo, esconde un profundo vacío debido al convencionalismo en el trabajo de los personajes y sus motivaciones. Aun así, 'Bailando con lobos' posee esa fórmula difícil de descifrar de ciertas superproducciones capaces de parecer mucho más de lo que son durante su visionado para, después, al pensarlas, encontrar que en realidad no había más que mero espectáculo. Que no es poco si se tiene en cuenta que Costner es capaz de impregnar de cierto lirismo a gran parte de las secuencias. Lástima del horrible final que cierra la película.

A favor: La banda sonora y el dinamismo narrativo de la película.

En contra: El final y que los personajes acaban siendo demasiado convencionales, sin olvidar que la protagonista india sea blanca.