La rebelión de los gladiadores

Es el siglo II d.C. El Imperio Romano abarca todos los territorios conocidos por el hombre en aquel entonces. Marco Numidio (Ettore Manni) es un tribuno que lleva una vida desocupada en su lujosa villa de Roma. En Armenia ha surgido una rebelión de gladiadores que está poniendo en jaque a los romanos encargados de velar por la seguridad del territorio. Para intentar solucionar la situación, el emperador decide mandar allí a Marco Numidio. Cuando el tribuno llega a Telifonte, capital de Armenia, se da cuenta de que las cosas no son como el pensaba; se verá rodeado por gente que lo único que busca es su beneficio personal, sobre todo la princesa Amira (Gianna Maria Canale), dejando a un lado los intereses del imperio.