"Los Crímenes Del Museo De Cera" es un referencial clásico del terror estadounidense dirigido por André de Toth y protagonizado por el maestro Vincent Price. El escultor Henry Jarrod y el empresario Matthew Burke son dos socios que administran el museo de cera de Nueva York, atracción que a ojos de Burke no ha resultado exitosa. Por lo mismo, intentará persuadir a Jarrod de incendiar intencionalmente el museo para así cobrar el seguro, sin embargo, ante la negativa del escultor, se iniciará una riña que terminará con Jarrod supuestamente muerto. Tiempo después, una serie de asesinatos parecen coincidir con la representación de escabrosas escenas de muerte del pasado y el presente. 20 años después del estreno de la "polémica" "Mystery Of The Wax Museum" (1933) de Michael Curtiz, considerado uno de los grandes thrillers de los 30s por su ambientación y una exposición narrativa escabrosa, Warner Brothers produce una nueva versión en un momento en que comenzaban a proliferar y tener éxito los clásicos films de ciencia ficción de mediana y mala factura. Y es que el riesgo de "insistir" en films de terror gótico como los clásicos de la Universal ("Dracula", 1931; "Frankenstein", 1931; "Phantom Of The Opera", 1943) no era poco, sin embargo, la principal razón por la que la productora se embarcara en semejante proyecto tenía un matiz más bien técnico.
Notablemente influenciado por el filana m "BwDevil" (1952) de Arch Oboler, la primera película rodada en la nueva tecnología 3D, Warner Brothers decide apostar por un remake en donde el principal atractivo sería la nueva tecnología, lo que a la postre le significaría a esta versión tener un éxito mucho más mediático que su predecesora. Una paradoja, eso sí, para su director, el húngaro André de Toth, quien era tuerto pero aún así rodaría una correcta película en términos técnicos y narrativos. Los historiadores y críticos del cine suelen señalar que la película de De Toth es menos escabrosa y más ingenua que la de Curtiz, principalmente, por la existencia del llamado Código Hays, el legendario código censurador que regiría en la industria cinematográfica a partir de 1934, si bien había sido instaurado a inicios de la década. Es muy probable que así sea, y por ello el guión de Crane Wilbur ("Solomon And Sheba" 1959), primero, se ambiente a fines del siglo XIX en lugar de los violentos 30s; segundo, gira en torno casi exclusivo del protagonista masculino, es decir, el villano; y tercero, prescinda de la importancia del protagónico femenino, que en esta versión se reduce a una mujer en apuros que requiere ser salvada, a diferencia de la heroína de "Mystery Of The Wax Museum" (1933). Otro elemento digno de destacarse es el rol policíaco, que en el guión se reduce también a una investigación poco interesante para el espectador, ya que éste de antemano ya sabe los resultados, y más que nada presencia cómo la policía va acercándose a la verdad. En ese sentido, puede resultar predecible a los ojos modernos.
No obstante lo anterior, el guión es correcto y coherente, a pesar de su poca osadía narrativa y visual. De Toth propone una película correcta en todo sentido, con un buen ritmo y correctas dosis de suspenso, incluso en términos violentos, en donde tenemos pocas pero eficientes muestras de terror puro para la época, como Jarrod colgando el cadáver de su ex socio por el ascensor del edificio en el que vivía; Sue destruyendo la máscara de cera de Jarrod y exponiendo su quemado rostro; y el brutal desenlace de Jarrod a manos de la policía. Sin embargo, no se puede negar que el gran aliciente de esta cinta no está precisamente en su guión y sus personajes tratados con la impronta de la típica ingenuidad de los 50s, sino la intepretación del gran Vincent Price, que se convertiría en ícono del terror a partir de este film. Si bien Price había tenido una que otra incursión en el cine de terror, hasta ese momento su carrera había sido más bien bastante miscelánea, entre el drama y el suspenso. Y es que es a partir de "House Of Wax" (1953) cuando Price establecería el prototipo de villano elegante y sofisticado, que emulará posteriormente en "The Mad Magician" (1954), "House On Haunted Hill" (1959) y "Tingler" (1959) para liberarse en el notable Ciclo de Edgar Allan Poe (1960-1969) de Roger Corman y la Saga del Doctor Phibes (1971-1972). Así, en "House Of Wax".
El director artístico Stanley Fleisher ("Them!", 1954) fue el encargado de diseñar el fantástico decorado interior del museo con las figuras de cera, en donde se aprecian figuras sobre Juana de Arco, Abraham Lincoln y María Antonieta, entre otros, y por donde el espectador podía incluso "pasearse" gracias al rodaje en 3D, a cargo de la empresa Natural Vision, con un presupuesto de un USD1 millón. Cabe comentar que debido a la naturaleza técnica del film, Vincent Price tuvo que hacer todas las escenas de acción, ya que se utilizaban en cada toma dos cámaras simultáneamente. Como anécdota, por último, señalar que en el prefacio, cuando se viene abajo el balcón en el incendio, Price estuvo a punto de resultar aplastado. La música de David Buttolph ("Kiss Of Death", 1947; "Rope", 1948) aporta con el dramatismo y suspenso típicos de las producciones de esa época, violines y contrabajos estruendosos que condimentan de buena forma, sobre todo, las escenas de acción.
Las actuaciones son correctas, Vincent Price interpreta a un vengativo y demente artista, dispuesto a concretar su máximo trabajo escultórico, María Antonieta, a cualquier costa. Roy Roberts ("The Reckless Moment", 1949) personifica al inescrupuloso Matthew Burke, socio de Jarrod. Paul Picerni ("Inside The Walls Of Folsom Prison", 1951) encarna a Scott Andrews, talentoso escultor contratado por Jarrod para ayudarlo a concretar su obra maestra. Carolyn Jones ("Last Train From Gun Hill", 1959), famosa por interpretar a Morticia Addams en la serie Addams Family (1964-1966), interpreta a Cathy, la novia de Burke, que termina siendo parte de la horrorosa exposición de Jarrod como Juana de Arco. Phyllis Kirk ("Crime Wave", 1954) personifica a Sue, la chica que se da cuenta del secreto de Jarrod. Paul Cavanagh ("The Verdict", 1946) como Sidney Wallace, prospecto de inversor para Jarrod. Y un joven Charles Bronson ("The Great Escape", 1963) encarna a Igor, el ayudante mudo de Jarrod, uno de sus principales secuaces.
En definitiva, referencial clásico de terror, que bien ha sido seleccionado como tesoro histórico por el National Registry debido principalmente a su factura técnica, y que cuenta con un icónico Vincent Price en el protagónico para hacer historia.
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