Crítica de SensaCine.com para En la boca, no: Hacer la calle

Cercanía, naturalidad, calidez, emoción sin sentimentalismo y una mirada directa y rica en significado son características que habitualmente se atribuyen al cine de André Téchiné. El cineasta francés quizás sea quien mejor supo tomar el relevo de los grandes creadores de la Nouvelle Vague y adaptar las particularidades de su narrativa o el mimo de la puesta en escena a inquietudes más propias de las últimas décadas. 'En la boca, no' es tanto un relato sombrío y nada complaciente sobre el periplo vital de un joven de campo que debe prostituirse para sobrevivir en París como un retrato melancólico lleno de cariño hacia sus personajes.

Manuel Blanc es el protagonista e interés absoluto de la cámara, pero los personajes que lo rodean emanan una llamativa humanidad: desde la prostituta desconsolada de Emmanuelle Béart hasta el paternal intelectual homosexual (con guiño a la figura de Roland Barthes) que interpreta Philippe Noiret. Además de la pericia y madurez narrativas de Téchiné, destaca la personalidad que él y el director de fotografía Thierry Arbogast consiguen sacar de una París que parece distinta a todas las (numerosísimas) demás.

A favor: La facilidad con la que se introducen secuencias de puro humor (la anciana en silla de ruedas en el ascensor) o baile (fantástico momento en el bar) dentro de un relato tan dramático.

En contra: El personaje de Emmanuelle Béart puede resultar desaprovechado.