Crítica de SensaCine.com para El jardín secreto: Amistades infantiles

El libro El jardín secreto, que la inglesa Frances Hodgson Burnett escribiera a principios del siglo XX, ha sido llevado en múltiples ocasiones a la gran pantalla y a la pequeña. Esta enésima traslación contó con Francis Ford Coppola como productor ejecutivo. La realizadora polaca Agnieszka Holland (Europa, Europa) traslada con bastante fidelidad y corrección este relato que convierte el mundo infantil en protagonista a través de, entre otras cosas, la narración en off que lleva a cabo su protagonista Mary Lennox.

Mary es una niña nacida y criada en la India cuyos padres acaban de fallecer. Se hará cargo de ella a partir de entonces un tío suyo que vive en una gran mansión gótica de Yorkshire, en un ambiente ciertamente gris y decadente. La jovencita pronto empezará a descubrir los secretos que encierra el lugar, así como a conocer a un par de niños singulares con los que vivirá unas cuantas aventuras. Pese al notable diseño de producción y la selección de localizaciones realmente asombrosas, la historia de El jardín secreto entretiene especialmente en su tramo inicial, pero pronto empieza a encallarse y a adquirir un tono excesivamente melifluo que provoca la pérdida de interés.

A favor: Su diseño de producción y alguna secuencia siniestra lograda.

En contra: Un anodino empleo de la voz en off y una música bastante subrayadora y conductista.