En Irán, la condena por posesión de drogas es la misma tanto si llevas 30g como 50kg: pena de muerte. En estas condiciones, los narcotraficantes no tienen reparos en ir con todo y la venta de crack se ha disparado. Como resultado: 6,5 millones de personas están enganchadas a la sustancia. Después de varios años de seguir la pista al narcotraficante Nasser K., Samad, un expeditivo policía, consigue por fin darle caza.