La acusación sobre Timothy Evans le costó la vida. Fue sentenciado a la pena de muerte y colgado en 1950. Para cuando nueva evidencia señaló la probabilidad de que Christie fuera el culpable, ya era muy tarde. Esto llevó a que en 1965 se aboliera la pena capital por asesinato en el Reino Unido.
Una de las localizaciones de rodaje (la calle West Princess, en Glasgow) está cerca al lugar donde sucedió otro asesinato infame. En 1857, Pierre Emile L'Angelier fue envenenado con arsénico, tal y como se cuenta en la película Madeleine (1950) de David Lean.
John Christie fue un personaje real que vivió en el número 10 de la calle Rillington. Christie estranguló a sus víctimas después de haberlas dejado inconscientes con gas domésticos.