Opiniones Succession

Esta serie me gustó mucho porque refleja la complejidad de las relaciones al interior de una familia poderosa que no es ajena a tener defectos, conflictos, intrigas y odios bicerales. Los guiones son buenos aunque en muchas ocasiones incurre en diálogos demasiado intimistas o en ocasiones muy regionalistas y es difícil ubicar el contexto de referencia sobre la información que intercambian los personajes, los personajes en su mayoría fueron bien desarrollados, unos más que otros, razón por la cual se ven escenas de alta intensidad muy bien logradas y otras un tanto falsas y forzadas; la producción es en general buena, pero personalmente no alcanza a general la tensión permanente que genera Billions.

Notable drama shakespeariano sobre Logan Roy, un magnate mediático despreciable que no quiere dejar el control de sus empresas (Brian Cox, sobrecogedor), sus cuatro hijes y sus parejas.

Alianzas, traiciones y cambios de bando en una trama que cobra impulso promediando la temporada, con oportunos toques de humor, con personajes que oscilan entre lo canalla, lo despótico y lo banal y una gran banda sonora que emula desde Purcell a Beethoven y que descubrí que remite a un clima alla Greenaway, por momentos.

La radiografía que Armstrong elabora sobre la alta sociedad norteamericana y sus privilegios ha reinado en los premios televisivos y ha llevado a la audiencia a confiar su tiempo a unos personajes despreciables, sin principios ni escrúpulos pero, en el fondo, entrañables. En 'Succession', al contrario de lo que puede suceder en otras ficciones, no hay a la vista un solo héroe por el que apostar, todos están 'podridos'. Entonces, ¿por qué verla?
Sátira, porque ridiculiza los vicios de la oligarquía capitalista y mediática, y shakesperiana, porque nos hace experimentar auténtica emoción y empatizar con sus personajes, que tienen en común su mezquindad y su gusto por el poder, entre varios defectos, explotados con muy mala leche e ingenio.
Sin embargo, y aunque normalmente la sátira contempla a sus personajes desde arriba, Armstrong y su equipo logran hacer que les miremos a los ojos y sintamos sus emociones, por muy detestables que sean.
Esa mezcla de comedia descarnada y brutal y hondura dramática convierten un argumento muchas veces formulado en la vanguardia de las series en un momento en que, por sobreabundancia de oferta, parece que está todo contado. Larga vida a los Roy. En muchos aspectos, Succession es como si Juego de tronos y Veep hubieran tenido un hijo que viaja en helicóptero y viste jerséis carísimos. Y que nos ha regalado 10 de las mejores horas que hemos vivido en las últimas 10 semanas. Presenciar las miserias de los ricos engancha. Qué maravilloso está siendo odiar a los Roy.