Hilda Santana y Albeiro Marin arrancan esta historia de traición y pasión mediante el recibimiento de la trágica noticia de la muerte de su hija. Su difunta hija, llamada Catalina, falleció debido a su conexión con un mundo de drogas y mafia.
Albeiro y Hilda, otorgarán a su segunda hija el nombre de su hermana, Catalina, marcándola así por la defunción de su hermana y la constante vigilancia de sus padres para evitar que siguiese los fatídicos pasos que siguió su hermana.