La ficción relata la atroz historia de las niñas que fueron abusadas sexualmente por paquistaníes en Rochdale desde 2008 a 2012. No recibieron ningún tipo de ayuda por parte del gobierno por el temor de ser tachados de racistas.
Molly Windsor es la encargada de interpretar el papel de Holly, una de las víctimas a la que pudo llegar a conocer.