Impulsada por su inagotable curiosidad, Ariel explora el mundo que la rodea y descubre pequeños tesoros cotidianos llenos de magia y diversión. Entre un gran sombrero flexible, un patito de goma y un batidor, cada hallazgo se convierte en una aventura, invitando a los espectadores a mirar lo ordinario con ojos extraordinarios.
Con creatividad y asombro, Ariel transforma objetos comunes en experiencias sorprendentes, celebrando la maravilla de explorar, aprender y disfrutar de los detalles más simples de la vida.