Newark, 1960. Antes de convertirse en uno de los mafiosos más conocidos de Estados Unidos, Tony Soprano (Michael Gandolfini) tuvo que formarse. Para ello, el joven Tony se pone bajo la tutela de Dickie Moltisanti (Alessandro Nivola), su tío. Así, la trama gira en torno a la juventud del famoso gángster y a los múltiples disturbios que enfrentaron a las comunidades afroamericana e italiana de la ciudad.
Un grupo de delincuentes se reúne en secreto, con el objetivo de empezar a trabajar juntos para descubrir qué es lo que realmente está sucediendo: lo que en principio parecía un trabajo sucio de lo más simple se torna en un absoluto desastre.