El pasado 3 de octubre, el programa Equipo de investigación de La Sexta tuvo a dos principales protagonistas: Silvia Charro y Simón Pérez. Quizás por sus nombres no te suenen, pero si te decimos que protagonizaron un vídeo viral en el que ambos, ella agente inmobiliaria y él economista, hablaban sobre las hipotecas a plazo fijo, la cosa cambia.
En el vídeo a ambos se les veía erráticos, con un movimiento de mandíbula constante y los ojos casi fuera de sus órbitas. Por supuesto, el vídeo no tardó en hacerse viral: todos aludían al estado de la pareja y de cómo, con práctica seguridad, habían abusado de sustancias antes de grabarlo.
Desde que el vídeo se emitiera en diciembre de 2017 hasta ahora, casi 8 años después, la situación de la pareja es otra, y no demasiado favorable. Tras el vídeo, Pérez perdió su trabajo y su vivienda, así como Silvia Charro. Tras un periodo largo, la pareja encontró en el streaming su refugio, y su peligrosa manera de ganarse la vida. Simón Pérez, en sus directos en Twitch, aceptaba retos humillantes para ganar dinero, así como para seguirse costeando la droga.
Silvia Charro, en el programa de La Sexta, ha contado cómo llegaron a hacer el vídeo: "Simón me dijo que iba a llamar a alguien de prensa para ver si hacíamos un vídeo sobre hipotecas, avisó a los de 'Periodista Digital' y nos dijeron que nos pasáramos". Era, por cierto, la primera vez que se ponía delante de una cámara, según ella misma asegura.
Sin embargo, el vídeo no salió bien, y Simón le insistió a su pareja en que debían volver a grabarlo:
Yo le dije que casi no había dormido, que estaba en una comida de empresa en la que estaba bebiendo, pero mis jefes me dijeron que fuera y diera el nombre de la empresa, así que fui. Recuerdo que Simón me recogió en taxi y yo me caí al abrir la puerta. Estaba en un estado horrible
El economista le propuso a su pareja "pillar coca para que se le pasara la borrachera". Silvia cuenta en el programa que volvieron a grabarlo, se marcharon y el vídeo estuvo colgado en el medio sin que les dijeran nada. Ella suponía que todo estaba bien y que, por fin, había salido como se esperaba.
Sin embargo, un día, cuando volvían de cenar, sus móviles ardían. Tenían decenas de llamadas perdidas que le avisaban del contenido del vídeo. Las redes sociales comenzaron también a estallar: la mofa y la ridiculización no conoce límites cuando no tenemos a la persona delante, sino a una pantalla iluminada.
Al día siguiente ambos estaban despedidos de sus respectivos trabajos. "Yo era el dueño del 35 % de la empresa. Mis acciones valían 680.000 euros, era todo mi patrimonio. Me quedé en la calle con 30.000 euros y un gasto mensual que oscilaba entre los cinco y los ocho mil euros. Esta ha sido la tumba de mi carrera como economista y el nacimiento como payaso virtual, como un meme", ha declarado Pérez en el programa Equipo de investigación.
Actualmente, el video está a punto de alcanzar las 6 millones de visualizaciones en YouTube.