Si te decimos 'Laura Yustres Vélez' seguramente no tengas ni idea de a quién nos estamos refiriendo, pero si decimos 'Lalachus', ya seguro que sí. Te guste más o te guste menos, es indudable que Lalachus ha convertido su carrera, de un tiempo a esta parte, en un cohete de trayectoría imparable. Hasta hace poco era una total desconocida, y el año pasado llegó a presentar las uvas de Fin de año, con polémica incluida.
Antes de llegar a ser colaboradora recurrente en el programa dirigido por Broncano La revuelta, Lalachús estudió Comunicación audiovisual, pero como tantos otros compañeros sus inicios poco o nada tuvieron que ver con los medios. En una entrevista para el medio Vertele, así lo describía, sorprendida y abrumada: “Recuerdo mi época de recepcionista, todavía estoy pensando que hace cuatro años estaba haciendo fotocopias y ahora estoy en el Grand Prix”.
Efectivamente, Laura Yustres Vélez se llevó diez años de su vida -según apunta su página de Wikipedia- haciendo fotocopias en una empresa constructora hasta que Ramón García, uno de los invitados en el programa de Broncano, le pidió presentar junto a él el Grand Prix como si le estuviese pidiendo matrimonio.
Lalachús empezó a hacerse conocida durante la pandemia, ya que compartía de manera continuada sketches cortos en sus redes sociales. Previamente, había tenido un espectáculo de comedia independiente, pero internet amplificó su alcance, convirtiéndose en una figura viral.
Tras participar en varios podcasts como Estirando el chicle o Cuerpos Especiales, en 2023 se convirtió en colaboradora de La resistencia. Su punto álgido fue, claro, la presentación de las uvas, donde tuvo que enfrentar una absurda polémica al mostrar en cámara una estampita religiosa modificada que fusionada el Sagrado Corazón con la vaquilla del Grand Prix.
Por este motivo, Lalachús fue denunciada por la asociación de extrema derecha Hazte Oír, causa que, lógicamente, fue archivada. Este pequeño percance no fue impedimento para que 'Ramontxu' dediciera que ella iba a ser su compañera presentando el Grand Prix, decisión que, al parecer, tomó al ver cómo Lalachús era fan absoluta del programa.
Hay veces en que hacemos famosa a la persona adecuada, y con Lalachús podemos decir eso sin miedo. Una cómica audaz, irreverente y que, por fin, ha dejado de hacer fotocopias para cumplir su sueño: compartir plató con la vaquilla María Fernanda. Casi nada.