Probablemente el nombre de Joe Pichler no te suene demasiado, pero la historia de su desaparición es una de las más misteriosas de Hollywood y, con el paso del tiempo, ha pasado a ser uno de esos casos a los que en Estados Unidos se refieren como "casos fríos", puesto que sigue sin resolverse 17 años después.
Aunque a menudo usamos la expresión "desapareció" para referirnos a estrellas -o potenciales estrellas- juveniles que se acabaron viendo alejados de los focos por una u otra razón y dejaron de ser famosos, en el caso de Joe Pichler su desaparición fue literal. La última vez que se supo del joven intérprete de 18 años fue el 5 de enero de 2006 y fue como si se lo hubiera tragado la tierra. Su familia anunció que estaba oficialmente desaparecido 10 días después de haber encontrado su coche, pero ninguna de las investigaciones que se llevaron a cabo dio frutos ni tampoco pudieron certificarse las potenciales teorías sobre lo que le habría pasado a Pichler.
El joven intérprete había comenzado una carrera profesional como un niño actor y no le había ido nada mal. Con 10 años obtuvo sus primeros papeles secundarios en diversas series y películas e hizo un montón de cosas, aunque fueran papeles pequeñitos, entre 1996 y 1999, pero consiguió una mayor popularidad por su trabajo ya en los 2000 de la mano de una famosa franquicia. Aunque no son ni mucho menos las más conocidas y fueron directas a vídeo sin pasar por las salas de cine, las películas Beethoven 3 y Beethoven 4 formaban parte de la famosa saga de películas familiares protagonizadas por un travieso y adorable San Bernardo y se convirtieron en su papel más importante. En ellas no era el protagonista, pero sí un personaje habitual: Brennan Newton.
Tras su experiencia en Los Angeles, en 2003 regresó a Washington para completar sus estudios y, tras haberse graduado en secundaria, tenía planeado trasladarse de nuevo a California. Según parece, después de que le quitaran el aparato que tenía en los dientes. Pero antes de cumplir su objetivo, Joe Pichler desapareció sin dejar rastro.
El mismo día de su desaparición, el actor había sido visto por algunas personas cercanas que dijeron haberle notado de bastante buen humor y también había hablado por teléfono con un amigo al que le había dicho que le llamaría más tarde. Según este amigo, parecía que Pichler había consumido alcohol. Su coche fue encontrado unos días más tarde de su desaparición y en su interior se encontraron algunos papeles, una poesía y también una extraña nota en la que Pichler había escrito su deseo de ser un "hermano más fuerte" entre otros "pensamientos random". Sin embargo, aunque la policía lo planteó seriamente, la familia nunca nunca contempló que se pudiese tratar de de una nota de suicidio.
National Center for Missing and Exploited Children
"Hay una buena indicación de que podría haber sido un suicidio, pero no lo sabemos", dijo el detective a cargo de la investigación a Associated Press al tiempo que confirmó que no habían encontrado absolutamente ninguna pista que pudiera relacionar su desaparición con el crimen.
La familia siempre ha descartado el suicidio. Según cuentan, el actor estaba a punto de comenzar su nueva andadura en Los Angeles para cumplir un sueño y, si dejó aquella nota en su coche, quizá fue porque quería comenzar de cero. "El peor escenario es que sea un crimen. Pero no es un suicidio", sentenció su hermana Shawna Kitsap Sun. "Dejó esa nota diciendo que quería empezar de cero", añadió su hermano. Su madre también lo tuvo claro: "No decía adiós".
Aunque durante días cientos de personas estuvieron buscando al joven, nadie encontró nada y la policía, para la frustración de la familia, dejó de darle prioridad al caso. "No han tomado huellas dactilares de su coche. Estuvieron en su apartamento como tres minutos. No han hecho nada", se lamentaba su madre. Y así es como los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y los meses en años. Joe Pichler lleva 17 años desaparecido y sin pistas ni de su paradero ni de lo que le pudiera haber pasado.
