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    "Una serie en la que había 7 u 8 guionistas, ahora se hace entre tres": la huelga termina en EE UU, pero en España "la situación es parecida"
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    "Si los guionistas de programas pararan, mañana de repente no tendrías 'El Intermedio". Carlos Molinero, Presidente del Sindicato de guionistas de España (ALMA), reflexiona sobre las demandas del gremio que ha paralizado Hollywood cinco meses.

    Wikimedia Commons

    Han sido casi cinco meses en los que Hollywood ha estado prácticamente paralizado, pero la reactivación de la industria con mejores y más justas condiciones para todos los profesionales que trabajan en el sector va, definitivamente, por el buen camino. La huelga de actores iniciada por SAG-AFTRA en julio de momento continúa, pero la iniciada por los guionistas el pasado 2 de mayo ha llegado oficialmente a su fin.

    "Este acuerdo es excepcional", se comunicaba con orgullo el pasado domingo tras alcanzar el preacuerdo necesario para el final de la huelga durante la última negociación entre el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA) y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP). Y este martes, tal y como estaba previsto, se ha dado el siguiente paso: los líderes sindicales en ambas costas de Estados Unidos han aprobado el acuerdo, que tiene una duración de tres años, y se lo han hecho llegar al resto de miembros para su ratificación.

    "Este acuerdo es excepcional": la huelga de guionistas llega a su fin tras 146 días, pero ¿qué pasa con los actores?

    Ahora sí, los guionistas son libres de volver al trabajo, pero la normalidad aún está lejos: una parte importantes de las producciones no podrá reanudarse mientras la huelga de actores siga en marcha. De igual modo, los calendarios de producción y futuros estrenos ya se han visto afectados por los cinco meses de huelga.

    A modo resumen, las principales peticiones de la WGA en sus negociaciones con la AMPTP pasaban por las mejoras salariales -mejores tarifas de residuals incluidas-, mayor estabilidad laboral y protecciones adicionales en torno al uso de inteligencia artificial. Preocupaciones que también afectan al gremio de los guionistas en España.

    La cosa no cambia en España: "Realmente tenemos una situación muy parecida"

    "Realmente nosotros tenemos una situación muy parecida a la que tienen allí", admite Carlos Molinero, Presidente del Sindicato de guionistas de España (ALMA) en declaraciones a SensaCine durante una reciente entrevista (realizada antes del anuncio del fin de la huelga en Estados Unidos). "Aunque la ley es distinta en esto de los derechos de autor, al final lo que está pasando es muy parecido. "Lo que ellos reclaman sobre lo que llaman 'residuals', que aquí, son los derechos de propiedad intelectual, es una remuneración equitativa y proporcional al éxito que tengan las series que hacen. Series que han tenido mucho éxito por las que están cobrando menos derechos de lo que cobraban antes, con una serie en abierto en una cadena Y aquí nos pasa un poco igual aquí ahora mismo".

    Por una serie que antes hacías en 'prime time', los derechos que te generaban en España es bastante más de lo que está pagando Netflix por una serie para todo el mundo. La cosa es ver cómo se hace para que eso sea proporcional y el reparto de los beneficios que genera la serie sea racional

    En España, de hecho, hay plataformas que ni siquiera pagan derechos de autor por emitir series y películas. "Quien todavía yo creo que no ha pagado es Amazon, pero lo que pasa con Amazon es que lo que dice la ley es que tienes que dar una parte proporcional de los beneficios que genera lo que lo que emites. Pero claro, Amazon lo que dice es que ellos no te están cobrando solo por la tele, sino por la tele y por el Amazon Prime, que te lleven a casa las cosas. La lucha está es que, para ellos, la parte que tiene que ver con las series y con los programas es una parte muy pequeña", explica Molinero. "Vale, pero aunque sea pequeño, ¿cuánto? Y eso es una cosa con la que llevamos años y todavía no se ha concretado en nada. Parece que están avanzando en las negociaciones, pero de momento se sigue elucubrando".

    Otra de las partes esenciales de la lucha relacionada con las plataformas y que en España también está generando problemas en el gremio de guionistas es la estabilidad y condiciones del empleo, nos cuenta Carlos. "Esto que llaman 'mini-rooms'", señala, "que en España ha pasado igual. Antes series como Hospital Central, por ejemplo, eran series que tenían entre 13 y 21 capítulos de 70 minuto por temporada y tenían equipos muy grandes de guionistas. A lo mejor había entre ocho y diez guionistas e incluso podían ser más. Además, eran muchas temporadas. Es decir, que tú entrabas a trabajar en El Comisario y sabías que tenías trabajo para muchos meses, prácticamente todo el año y además para bastantes años", recuerda.

    Sin embargo, ahora el escenario ha cambiado por completo: "Ahora las series son más cortas y tienen menos temporadas, por lo que una serie en la que antes había 7 u 8 guionistas, ahora la hacen entre tres. Una serie de seis capítulos de 50 minutos, entre tres o cuatro se la pueden organizar. Y además, como no suelen tener más de dos o tres temporadas, sabes que es algo que no te va a dar trabajo para todo el año y que además es algo que va a durar poco".

    Aunque haya muchas series tampoco hay tanto trabajo. Parece que hay más series del trabajo real que hay

    Esta situación, como es lógico, afecta directamente a la sangre nueva del gremio, a las nuevas generaciones de guionistas que ven cada vez más complicado empezar a trabajar en la profesión: "En los equipos grandes siempre podía entrar gente nueva, gente que había estudiado en la Escuela de Cine o en un máster, que quieren ser guionistas y que entraban a trabajar en el equipo como jóvenes guionistas sin experiencia" recuerda Molinero recordando sus primera experiencia en Querido Maestro. "Entrabas en la industria a través de esas series porque eran equipos muy grandes, pero ahora, como son series que duran poco y tienen tan pocos guionistas, entrar en el mercado laboral como guionista es un poco más complicado".

    "La lucha contra la Inteligencia Artificial no la tenemos los guionistas, sino la humanidad"

    "La tercera lucha la tenemos no los guionistas, sino la humanidad", reflexiona Molinero sobre la entrada en escena de la Inteligencia Artificial. "Lo que están reivindicando me parece razonable: que la inteligencia artificial se considere una herramienta de guionista, pero que no le pueda quitar derechos al guionista".

    El miedo que hay es que un productor le diga a la inteligencia artificial que escriba 20 páginas de algo y que esas páginas se las dé un guionista para que lo transforme en un guion. Entonces la propiedad intelectual ya no es del guionista, sino del productor

    "Ya empieza a haber unos guionistas que están siendo vampirizados y que los llaman como 'pompters', que son los que se van a encargar de todo ese material que genera una Inteligencia Artificial, que es desordenado, derivativo, caótico, dándole una estructura pero que ya no tienen el crédito", explica Molinero.

    No todo es igual a ambos lados del Atlántico

    Sin embargo, no todo es igual y, en el tema de reparto de beneficios por los derechos de autor hay un matiz importante que marca la diferencia: "En la legislación americana la propiedad intelectual es del productor y aquí realmente la propiedad intelectual es del guionista que cede sus derechos para que se pueda hacer la película". Así, "la diferencia es que lo que ellos llaman 'residuals' es algo que reparten los productores y aquí tendrían que ser las cadenas directamente con los derechos de propiedad intelectual a través de DAMA. Es un poco técnico, pero el fondo sí es importante, porque nos hacen firmar contratos que realmente con la legislación española no encajan bien".

    "Nos están haciendo firmar contratos como en Estados Unidos, donde por ejemplo el que inventó Superman, como vendió el personaje, nunca ve un duro de las películas que hicieron de Superman. Y aquí en España a veces intentan hacer eso, que cedas todos los derechos de transformación", señala. "Y eso es una cosa que en ALMA vamos a intentar llegar a acuerdos para que los guionistas podamos conservar realmente los derechos de las series y no sea algo que de repente pierdes por completo el control".

    Otra de las grandes diferencias es el convenio: "Una cosa que no tienen allí y que aquí tenemos y que sigue está paralizado desde hace cinco años, es un convenio. Hay un convenio para guionistas por cuenta ajena que se firmó en 2017 para regular el salario mínimo y eso es algo que está parado desde hace cinco años y no hay manera".

    Toda esta implementación del modelo americano en España, sin embargo, tiene cosas buenas para el sector en nuestro país: "Lo que está pasando es un buen momento para que los guionistas podamos concienciarnos de nuestra importancia en el en la industria. Una cosa buena que ha traído este modelo americano es la visibilidad del guionista, la importancia del guionista. Esto de los guionistas que empiezan a ser 'showrunners', o sea, productores ejecutivos de sus propias series. Creo que la gente se ha dado cuenta de que somos muy importantes", agradece Molinero. "Pero también te das cuenta de que hay mucha gente que quiere como vampirizar tu trabajo, los créditos, la importancia que tenemos nosotros en la industria".

    ¿Es posible la huelga de guionistas en España?

    "Yo noto que la gente está un poco cansada porque de repente están haciendo firmar contratos que tienen cláusulas demenciales, que ya no es una cuestión de dinero, sino de autoestima", comenta Carlos sobre el sentir del gremio en la actualidad. "En una de esas plataformas se está haciendo firmar una cláusula que, si tienes una fecha de entrega, cada día que te retrases te penalizan. Cuando tú mandas un guion, te dan notas cuando quieren los productores, pero ellos ya te exigen que si te retrasas un día te penalizan. Es algo como de una clara diferencia de poder, que muchas veces es algo abusivo".

    Sin embargo, en lo que se refiere a comenzar una huelga de guionistas en España, Carlos Molinero reflexiona que ahora mismo "no tiene sentido", que no es algo que se comience de un día para otro": "Nosotros el año pasado, por estas fechas, estuvimos en un congreso en Dinamarca, donde nos reunimos todos los sindicatos de guionistas del mundo, y ahí ya el sindicato americano dijo: 'Nosotros, si esto no cambia, vamos en primavera a la huelga'. Es decir, que ellos como nueve meses antes ya la habían organizado, todo el mundo estaba concienciado y en marcha". Además, explica, "allí hay una cosa distinta, que es que tú, para trabajar, tienes que estar en el sindicato. Y si el sindicato dice que vas a la huelga y tú te niegas, te echan, con lo que eso tiene una serie de penalizaciones".

    "Antes de ir a la huelga, se habló con todos los guionistas, todos los afiliados, sobre los temas que ser querían reivindicar, para ver realmente cómo está el sector y lo que opina la gente", apunta Molinero.

    Ahora mismo no tiene sentido [ir a la huelga]. Es algo que hay que organizar

    Es decir, una serie de pasos previos que no se han dado aquí: "Ahora mismo es absurdo que ALMA diga 'vamos a la huelga', pero yo sí creo que, por lo que percibo y el ánimo que tiene la gente, la gente está como muy cabreada. Hubo un 'boom' de trabajo con las plataformas y ahora está pasando a haber menos trabajo. Los contratos son cada vez más exigentes y creo que es algo que hay que discutir y ver si tenemos fortaleza para, de aquí a un tiempo, decir: 'Bueno, pues si no conseguimos los mínimos que queremos, pues no habrá más remedio que ver si podemos ir a la huelga'. Pero ahora mismo yo creo que no tiene sentido. Que es algo que hay que organizar, como han hecho los americanos que lo han hecho muy bien".

    Además, según nos contaba Carlos, el Sindicato de Guionistas en USA tiene un precedente muy bueno, que es haber ganado otras batallas anteriores: "Ellos saben que son el alma de la industria, el motor de todo. Cuando se para, se para todo y en un momento ya no hay guiones y si no hay guiones no se rueda nada. Y ese es el colapso de la industria, que yo creo que ahí donde tenemos que ser conscientes de que somos esenciales".

    ¿Qué ocurriría aquí? "Un poco lo que ha pasado allí", aclara Carlos. "Si de repente hubiera una huelga, si los guionistas de programas pararan, mañana de repente no tendrías El Intermedio. No tendrías una serie de programas que la gente piensa que no tienen guionistas pero que sí los tienen y es lo primero que se para". Luego llegaría la paralización de las series diarias: "En España, algo que tiene mucho peso en el audiovisual, son las series diarias, como Amar es para siempre o ahora La Promesa"-

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