Steven Spielberg escribió la historia del cine de guerra con Salvar al soldado Ryan y la serie de HBO Hermanos de Sangre, que produjo con Tom Hanks y que estrenó años más tarde.
Independientemente de lo que uno pueda pensar sobre Salvar al soldado Ryan, Spielberg consiguió su segundo Oscar como mejor director en 1999 gracias a ella dejando así la inolvidable e inmersiva secuencia inicial que representa el desembarco aliado en Normandía el 6 de junio de 1944, considerándose como una obra maestra técnica.
Aunque Salvar el soldado Ryan es sin duda la primera película que nos viene a la mente cuando hablamos de películas bélicas de Steven Spielberg, está lejos de ser su primera contribución a este género.
Y es que en 1979 dirigió 1941 tras realizar dos películas que cimentaron su reputación como director maestro y garantía de éxito de taquilla como son Tiburón (1975) y Encuentros en la tercera fase (1977).
Esto hizo que Spielberg pudiese rodar lo que quisiera y, ante el asombro de muchos, se decidió por una historia de la Segunda Guerra Mundial en el que un coronel desprevenido (Warren Oates) causó pánico entre la población debido a su advertencia infundada sobre un supuesto ataque en paracaídas mientras los japoneses se preparaban tranquilamente para atacar Hollywood en un submarino.
La película fue escrita por Bog Gale y Robert Zemeckis (Regreso al futuro) y entre los actores se encontraban grandes nombres de la comedia como Dan Aykroyd, John Belushi y John Candy. Pero nada de eso ayudó.
Steven Spielberg quedó perturbado tras hacer esta película: su siguiente paso fue hacer su obra más criticadaAunque 1941 no fue un fracaso colosal, con ingresos en taquilla de 94, 9 millones de dólares, la película más cara de Spielberg hasta la fecha estuvo muy por debajo de las expectativas. Y las críticas también fueron más que cautelosas.
Pero la carrera de Spielberg no sufrió ningún fracaso ya que apenas tres años después celebró su siguiente éxito mundial con la primera película de Indiana Jones antes de dirigir ET, ambas películas que se convirtieron en todo un icono cultural.