El villano de Javier Bardem es igual de español que el actor que lo interpreta, algo que queda patente a lo largo de la película y por lo que el propio actor luchó. Tal y como explica Bardem, él tenía claro que quería que su personaje se llamase Salazar, recalcando la letra 'z', porque es un sonido español muy característico que a los extranjeros les cuesta mucho pronunciar.
Además, el actor quería que este villano fuese del sur de España, alguien orgulloso, experto marinero, controlador y fuerte: "Cuando una persona como esa es traicionada por un crío de dieciséis años enloquece".