Kate Florence Phillips era una joven de 19 años que trabajaba como dependienta en la confitería de Henry Morley, quien tenía 40 años. Poco a poco, ambos se enamoraron y Henry decidió dejar atrás su antigua viuda -tenía esposa y una hija- para mudarse con Kate a California. Este fue el motivo por el que los dos se embarcaron en el Titanic.
Kate sobrevivió a la tragedia, pero su pareja no tuvo tanta suerte. 9 meses después, Kate tuvo una hija a la que llamó Ellen. Gracias a ella, la historia de sus padres salió a la luz y reveló que todavía guardaba un collar de zafiro que su padre le había regalado a su madre antes de morir. ¿No te recuerda al collar de Rose?