Los solteros y las solteras que visitan First Dates suelen tener claras sus ideas, y Mariví no iba a ser menos. La madrileña de 62 años acudió al programa de Carlos Sobera en busca del amor, aunque no le valía cualquiera para su cita. La soltera fue con la idea de encontrar en el conocido restaurante con un hombre que se parezca a Kiko Matamoros. Un hombre fuerte y varonil que le haga sentir mujer en los momentos de intimidad, algo que se alejaba bastante de Ramón.
El abogado de 64 años buscaba en el exitoso formato a una mujer con la que pudiese tomarse "un café y dos porras". "Desde muy pequeñito me gustaban las mujeres, ¿Quién no se ha enamorado de su profesora de primaria?", señaló el soltero que decidió dejar a su exmujer porque quería estar solo. Por el contrario, Mariví busca en su futura pareja un hombre que le diera un poco acción.
"Quiero uno alto, tipo Kiko Matamoros; y claro, lo idealizo y no lo encuentro". afirmó la soltera. "Eso de que te coja un hombre y te empotre contra la pared... O yo tengo 20 años menos o no hay tío que lo haga", reconoció la madrileña, que cuando vio a Ramón tenía claro que no. Aún así, Sobera la intentó convencer que se lo iba a pasar de maravilla con su cita, que considera que la mujer era "un impuesto de lujo que le encantaría cotizar".
Cuatro
Los solteros comenzaron a cenar y hablaron sobre sus vidas, algo que animó a Mariví para seguir conociéndole. La madrileña confesó a Ramón que buscaba a su propio Kiko Matamoros y que había pedido al programa a un hombre "alto, guapo, delgado, con dinero..." y que si podía ser, la "empotrara contra la pared". En esas circunstancias, y viendo a Ramón, se lamentó de que este "ya no está para coger peso", lo que le provocaba a él la risa.
El soltero de Puertollano que deja alucinada a su cita nada más entrar en 'First Dates': "¿Se ha escapado de algún museo de ciencia?""Yo quiero a un tío como Kiko Matamoros, pero él ya tiene una novia espectacular. Entonces yo quiero uno como él [Kiko Matamoros], pero no tengo nada de la novia". reconoció entre risas. Esto hizo que Ramón viese que no tenía nada que hacer por muy cortés que fuese con su cita. Y es que, otra cosa no, pero Ramón fue todo un caballero con su cita.
Por lo tanto, la decisión final estaba clara. Mariví no quiso una segunda cita con Ramón, pero el madrileño intentó una segunda oportunidad porque creía que había futuro. Sin embargo, el soltero se quedó con las ganas de seguir conociendo a la madrilña.
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