5 temporadas -tres años en total- bastaron para que Aquí no hay quien viva se convirtiera en un clásico eterno de la televisión. La serie de Antena 3 se estrenó el 7 de septiembre de 2003 y rápidamente fue una de las más vistas de la pequeña pantalla. Luego, como todos sabemos, se transformaría en La que se avecina y, aunque ambas producciones guardan mucho parecido, los personajes de Desengaño 21 son inconfundibles.
La historia detrás de las cámaras está detalladamente contada en el libro Aquí no hay quien viva - Detrás de las cámaras: la delirante historia de esta nuestra comunidad, escrito por Javier P. Martín y recién sacado a la venta. Narrada como una 'historial oral' a través de decenas de entrevistas, lo curioso de este volumen es que son los propios protagonistas los que cuentan todo lo que pasó entre bambalinas y lo hacen, además, sin ningún tipo de tapujo.
Uno de esos enredos que merece la pena contar es el adiós de Loles León como la mítica Paloma. A pesar de que la actriz convirtió a la vecina en un personaje inolvidable de la escalera, tuvo que despedirse de ella por el malestar que sentía tras las cámaras. El ritmo frenético de producción y la poca antelación que había previsto el equipo hicieron que los guiones llegaran de madrugada y, en muchas ocasiones, prácticamente cuando tenían que rodar. Esto terminó generando una enorme ansiedad en Loles León y tuvo que elegir entre su bienestar o la serie. Eligió lo primero, claro, y obligó a los guionistas a buscarle un final a Paloma.
"Yo sé que Loles lo pasaba mal recibiendo la separata con tan poco tiempo. Necesitaba preparárselo. Y luego era impecable como actriz, pero como se la habían dado el día anterior eso la hacía estar de mal humor", recuerda el guionista David Fernández en el libro. Esos horarios infernales sumado al hecho de que no le habían pagado el caché que ella veía necesario llevaron a la artista a una situación límite. "O me harto o no me harto, y como soy muy drástica, digo: «Hasta aquí», pum, y me voy", desvela.
Antena 3
Los creadores de la serie, Laura y Alberto Caballero, tenían la esperanza de que volviera en algún momento, así que no la mataron del todo: tiraron a Paloma por el hueco del patio y la dejaron en coma. Fue, según relata la directora, uno de los momentos más dolorosos de la serie.
Uy. No sabes lo que fue para mí. Creo que no dormí la noche que la tenía que tirar al día siguiente por el patio. Eso fue... yo creo que mi primera grabación incomodísima de cara a dirigir a alguien.
"Tenía una especialista que se tiraba con las patitas ya para abajo. Digo: 'Mira, Loles, aquí te agarras, así, no sé qué...'. Y ella: 'Ah, vale, vale, mira, lo hago así, así parece entonces que yo me agarro y tal...'. Y yo: 'Ay, Dios mío, qué mal lo estoy pasando, sabiendo que estamos aquí de follón, de negociaciones, de si me quedo, si me voy... Y yo aquí diciéndole a esta señora cómo se tiene que caer por el patio", continúa contando Caballero.
Ambas partes quedaron muy tristes por el final de su trayectoria juntos. "En realidad no me quería ir", cuenta la actriz, "pero tenía que poner un límite a mi malestar". Más tarde, Paloma volvería a salir, pero Loles León nunca regresó para interpretarla, sino que contrataron a una doble, generando aún más malestar. "No me sentó muy bien, pero tampoco le di mucha importancia", asegura la artista, "Hubo mal rollo, es verdad, no era normal tampoco que la gente se fuera".
Por suerte, todo eso quedó atrás hace ya mucho tiempo. Ahora todos mantienen una muy buena relación y, aunque la marcha de Paloma fue un momento doloroso para el equipo y los espectadores, también quedó como un hito televisivo que todos los fans recuerdan.
