El 21 de septiembre de 2013, hace ahora 10 años, el cadáver de una niña de 12 años llamada Asunta Basterra aparecía en una pista forestal en Galicia, donde residía con su familia desde que fuese adoptada con tan solo un año de edad por Rosario Porto y Alfonso Basterra. Sus propios padres serían condenados por su asesinato dos años más tarde, cuando un juicio mediante jurado popular determinó que los indicios en contra de ambos eran suficiente para considerarles culpables. Ellos siempre lo negaron y, tras varios años cumpliendo condena en prisión, la madre de la niña, Rosario, fue encontrada ahorcada en su celda en 2020. A pesar del dictamen, el caso sigue siendo objeto de grandes interrogantes una década después, puesto que varias de sus principales incógnitas nunca llegaron a resolverse. La primera de ellas, el móvil del crimen.
¿Por qué Rosario y Alfonso acabarían con la vida de su hija?
El caso, uno de los más mediáticos de la historia criminal de nuestro país, conmocionó a toda España: el día siguiente a la denuncia de la desaparición de la niña se encontró su cadáver y las primeras pesquisas de la investigación no tardaron en apuntar en una dirección inesperada cuando sus propios padres se convirtieron en los primeros sospechosos. Las sospechas comenzaron con las incongruencias en sus declaraciones al respecto de sus movimientos en el día de la desaparición, mientras que no tardaron en salir a la luz nuevos datos: por un lado, la extraña anécdota compartida por Rosario de que ese mismo año alguien entró en su casa y atacó a Asunta aunque nunca lo llegó a denunciar; el hallazgo en la casa de restos de cuerdas con las que se había atado a la niña; y, posteriormente, la alta presencia del ansiolítico lorazepam en su sangre.
Poco a poco, las autoridades fueron estrechando el cerco y las pruebas, que incluían unas comprometidas fotos de Asunta en el ordenador del padre y más indicios de que habría estado siendo drogada desde hace tiempo, acabaron permitiendo confirmar su culpabilidad.
Ahora que se cumplen 10 años del caso, el documental desarrollado por Bambú Producciones El Caso Asunta. Operación Nenúfar está experimentando una segunda vida en Netflix seis años después de su estreno en Antena 3.
La serie documental aborda en tres episodios todos los detalles sobre el caso y el tratamiento mediático tanto de la investigación como del posterior juicio, mientras que, en un cuarto episodio producido después, se recrea el juicio con estudiantes de derecho como "jurado ficticio" para determinar si llegaban al mismo dictamen que el original.
Ahora, los creadores de la serie documental, uno de los mejores 'true crime' en cuanto a seriedad y relato de un suceso de nuestro país, desarrollarán una serie de ficción para Netflix, tal y como anunció la plataforma de 'streaming' en 2023.
La ficción se rodará en Galicia y será desarrollada bajo el sello de calidad de Bambú Producciones y ya cuenta con dos importantes nombres vinculados al proyecto: Candela Peña y Tristán Ulloa como Rosario Porto y Alfonso Basterra, respectivamente.
