The Good Doctor afronta una nueva temporada llena de problemas. Al retraso provocado por la huelga de actores y guionistas se une la marcha de uno de sus protagonistas. El doctor Marcus Andrews dejará de operar en el St. Bonaventure. El actor que le interpreta, Hill Harper, ha decidido dedicarse a la política y de ahora en adelante se centrará en hacer campaña para convertirse en senador de Estados Unidos en el estado de Michigan.
"Mi nombre es Hill Harper. Soy miembro sindical acreditado y me postulo para el Senado para luchar por los trabajadores, no por los accionistas. Este es un movimiento impulsado por las personas, por lo que no tenemos corporaciones de nuestro lado", anuncia en su cuenta oficial de Twitter.
Este cambio drástico al puro estilo Schwarzenegger tiene sentido, puesto que el actor se graduó en la Facultad de Derecho de Harvard en 1992 antes de impulsar su carrera como intérprete. Previamente, se había graduado magna cum laude en la universidad de Brown en estudios de Economía y Sociología. De hecho, durante su estancia en Harvard se hizo amigo de Barack Obama, con quien jugaba al baloncesto.
Una buena oportunidad de impulsar la temporada 7 de 'The Good Doctor'
Es una gran pérdida para el drama médico, puesto que Harper era uno de los miembros del reparto original junto a Freddie Highmore y Richard Schiff, entre otros. Su personaje, el doctor Andrews, ha sufrido una de las mayores transformaciones del elenco, pasando de ser un vicepresidente egoísta y con muy poca empatía a perder todo su poder y quedar convertido, de nuevo, en cirujano. Esta caída en su puesto le hizo ver las cosas diferentes y se acercó a su equipo.
Su marcha, sin embargo, puede ser una buena noticia para la serie de ABC. La temporada 6 de The Good Doctor provocó algunas quejas de espectadores que creían que la serie había abandonado su tono más elaborado para abrazar su parte más 'telenovelesca'. Andrews, a pesar de su evolución, seguía siendo uno de los personajes menos queridos, por lo que su despedida puede ser una oportunidad de oro para introducir un miembro que dé mucho juego en la ficción.