¿Cuál es tu mejor recuerdo de 'Perdidos (Lost)'?
¡Vaya! Esa es una pregunta bien difícil, ha habido demasiados momentos mágicos como para quedarme sólo con uno. 'Perdidos (Lost)' ha sido un viaje repleto de momentos emocionantes que han hecho cambiar mi vida de arriba a abajo. Fui a Hawái para rodar la serie y allí acabé teniendo mi primer hogar. Allí me casé. Allí tuve mi primera hija. Todo cambió, tanto a nivel personal como profesional. Antes de 'Perdidos' jamás había podido trabajar tanto el campo de la interpretación, prácticamente no había tenido oportunidades. Y en la serie, por el contrario, siempre pensaba "bueno, esto no lo he hecho nunca antes... vamos a intentarlo".
¿Nos contarías alguna anécdota del rodaje? ¿Alguna especialmente divertida?
'Perdidos' ha sido una continua revelación. Tengo muchas anécdotas jugosas pero supongo que si tuviera que escoger entre todas ellas me quedaría con todas aquellas tomas en las que aparecía el grupo al completo. Las recuerdo con especial cariño porque luego pasábamos toda la noche de juerga: uno traía una guitarra, el otro contaba chistes, todos reíamos... era tremendamente divertido. Siempre me han gustado las buenas escenas grupales.
Cuando piensas en la primera temporada... ¿Te imaginabas que la serie se iba a convertir en el fenómeno mundial que ha sido?
En absoluto. Cuando empecé a trabajar en la serie lo que pensaba era "Este tipo que interpreto es un capullo. Seguro que lo matan pronto". Mantuvimos todas nuestras cosas es un garaje porque pensábamos que en cualquier momento nos volveríamos a casa. Puedes imaginarte lo feliz que estoy por haberme equivocado. Luego vino el cambio en Sawyer: un personaje que no paró de crecer a lo largo de los seis años que duró la serie. Guionistas y creadores fueron realmente brillantes al otorgar de tantas capas y de esa sutil complejidad al mismo. Es algo poco usual en televisión donde se tiende mucho a ser repetitivo y a quemar las buenas ideas. No digo que eso nunca pasara en 'Perdidos (Lost)' pero al meno sí se puede asegurar que los guionistas se dejaron la vida en intentar que la serie se mantuviera tan fresca como sorprendente.
¿Cuándo te diste cuenta de que la serie iba a ser un éxito?
Un día fuimos todos a un bar a ver a un grupo que tocaba. Cuando entramos vimos que todo el mundo allí estaba viendo el episodio piloto en la televisión. La serie fue todo un éxito desde ese momento. No nos lo podíamos creer...
¿Fue a parti de ahí cuándo tu vida cambió radicalmente?
Al día siguiente todo era diferente. Mira, yo solía ir siempre al mismo gimnasio y, claro, era un perfecto desconocido para todo el mundo, un cuerpo más. Por lo que no pensé en cambiar cuando la serie empezó a emitirse... hasta que llegó el día que un par de chicas empezaron a perseguirme por el mismo -cuando vieron lo sudado que estaba... se echaron para atrás-; ese día me di cuenta de que algo había cambiado y que ya no podría llevar la vida que llevaba hasta la fecha. A partir de entonces debía ser un buen chico cuando estaba en público...
¿Cómo se siente uno cuando lo consideran uno de los hombres más guapos del mundo?
En estos momentos de mi vida... lo encuentro bastante cómico. Soy un adulto de 40 años, estoy casado, tengo una hija y mis objetivos en la vida han cambiado radicalmente. ¿El hombre más guapo del mundo? Siempre bromeo con mi esposa: "La gente aún me quiere". Si tuviera 22 años y fuera soltero, quizás sería diferente. Pero me alegro de que todo me haya pasado en este momento de mi vida, cuando estoy de buen humor y pienso en ello lo encuentro todo bastante cómico. No siento mucha presión, aunque sí un poquito. Así que debo seguir jugando con ello.
¿Te consideras atractivo?
Honestamente: no. Entiendo mi papel en todo esto, pero no creo en él. Personalmente... soy como una pelota de golf a la cual no paran de lanzar al agua en multitud de entrevistas. La verdad es que soy bastante hogareño. Como he dicho antes si tuviera 22 años y estuviera soltero... sería muy diferente, pero ya nada me afecta de esa forma. Tengo otros objetivos en mi vida. Seguro que es algo útil para ciertos aspectos de mi trabajo, lo cual es magnífico, pero lo que más quiero ahora es pasar el máximo de tiempo posible con mi familia. No tengo tiempo de pensar si soy más o menos atractivo.
¿Y que sentías cuando te llegaba un guión en el que leías que Sawyer tenía que volver a aparecer sin camiseta?
¡Me entraban ganas de lanzarlo a la otra punta de la habitación! Nada de galletas y de vuelta al gimnasio. Te diré algo: es muy complicado mantener cierto nivel físico cuando llegas a los 40 años. A los 25... eso era otra historia. Podía comer lo que me daba la gana y jamás perdía la forma. Ahora cuesta un poco más. Tengo que comer menos y moverme más. Pero bueno, entiendo que es algo positivo: mi salud se mantiene en buena forma.
¿Y a quién crees que amaba realmente Sawyer, a Kate o a Juliet?
Estoy convencido de que puede amar a las dos al mismo tiempo... y eso es exactamente lo que hace. Es un amor diferente para cada una de ellas. Con Kate es más un amor platónico, simplemente existe. Ellos se sienten atraídos de forma irremediable, por más que intenten estar alejados el uno del otro. Es algo magnético.
¿Cómo describirías la relación de Sawyer con Juliet?
Con Juliet la cosa es diferente. Sawyer elige ese tipo de relación, una que requiere sacrificio y cuidado máximo. Cosas como la amistad o el amor son experiencias nuevas para Sawyer; él puede entender mejor la existencia de un amor platónico o irrealizable que el de un amor real y práctico. Así que con Juliet debe explorar ese terreno y, tengo que decir, que fue muy interesante trabajar en ello.
Una vez te convertiste en un actor famoso, ¿cómo era de duro sobrellevar tu vida personal en Hawái?
¡Era muy fácil! En Hawái estás muy alejado del mundo real. La vida allí es simple, bastante parecida a la que llevaba de niño. Tienen una manera de pensar muy sureña, todo focalizado en la familia y en las cosas sencillas como la música o ir a tomar una cerveza.
¿Planeas seguir en Hawái ahora que ha acabado la serie?
Siempre tendremos nuestra casa en Hawái. Creo que nunca la venderemos. Nos hemos enamorado profundamente de esta isla, así que siempre tendremos nuestra residencia aquí, por más que nos movamos. Es algo que ya forma parte de nuestra vida, de nuestra manera de ser.
