Si ya has visto La maldición de Hill House, probablemente te estés preguntando dónde está situada la tenebrosa casa encantada que protagoniza la historia y que funciona como un personaje más.
Aunque Mike Flanagan ha rodado la nueva serie de Netflix en una localización diferente, la verdadera mansión Hill House se encuentra en Helensburgh, Escocia. Se trata de un lugar que, según recogen los informes -y como bien podrás imaginar-, está embrujado. Se cuenta que allí habita una figura alta y esbelta de vestido negro que campa a sus aires por la casa.
La serie de Netflix ha escogido, sin embargo, otra localización para grabar: Atlanta, Georgia. Según ha informado Flangan para Entertainment Weekly, después de explorar durante meses por Georgia, encontraron esa casa de la cual decidieron no cambiar nada. Sin embargo, no pudieron acceder a ella, por lo que tan solo la utilizaron para grabar los exteriores.
Lo encontramos justo en medio del bosque, en medio de LaGrange, Georgia, por sí mismo, y me enamoré de él. Recuerdo que salimos de la camioneta de exploración y todos se quedaron muy callados porque la casa simplemente no tenía por qué estar allí. Era hermosa, pero rara, como esquizofrénico. Es tan raro. No pertenece allí, y todos nosotros caminamos en un círculo a su alrededor y nadie realmente habló durante un par de minutos. Cuando volvimos a la camioneta fue como 'Esto es perfecto'.
Para el interior, así como apuntan desde el medio Mirror.co, el equipo de La maldición de Hill House recreó escenarios en los estudios de Atlanta Screen Gem Studios. Flanagan ha explicado que en estos sets se buscó hacer homenajes visuales a otras cintas del género como Wise. Sin embargo, el sexto episodio muestra un plano secuencia en el que se graba por toda la cosa, por lo que hubo que reconstruirla de manera completa.
Así que una vez que nos habíamos metido nosotros mismos en eso, sabíamos que iba a ser una casa de dos niveles en pleno funcionamiento donde realmente no podíamos jugar con la geografía, así que se trató de desorientar por dentro. Era como, tengamos un pasillo todo de piedra como el de un convento, y cuando giramos la esquina vamos hacia algo más barroco. Y esa fue la reacción a la "esquizofrenia" que vimos en el exterior.
Por otro lado, a La maldición de Hill House no le bastaba con incorporar fantasmas durante los sucesivos planos que se rodaban dentro. También añadieron elementos materiales que dieran la impresión de figuras humanas:
La otra cosa que hicimos con el interior para ayudar a que se sintiera como si algo estuviera mal es que intentamos usar elementos de diseño que parecían rostros humanos en todas partes, en el papel tapiz, en los accesorios de iluminación y en los pomos de las puertas. […] Creo que la sensación subliminal de que hay una cara en algún lugar del encuadre solo hace que lo pases mal en todas partes.
Fuentes: Entertainment Weekly y Mirror.com
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