HBO nos regala decenas de maravillas seriéfilas año tras año. Desde las míticas Los Soprano, The Wire, A dos metros bajo tierra y Sexo en Nueva York, hasta las recientes The Leftovers, Juego de tronos, Big Little Lies y Succession. Esta última es una de las ficciones más potentes que se ha incorporado al catálogo de la prestigiosa cadena, ahora convertida en servicio de 'streaming'. Y aunque ya cuenta con dos temporadas y ha sido galardonada con nueve Premios Emmy y un Globo de Oro, quizá aún no te has animado a unirte a la familia Roy, o ni siquiera conocías su existencia.
La tercera temporada de Succession acaba de ver la luz en HBO, pero nunca es tarde para engancharse. Ahora que el primer episodio acaba de ver la luz, quizá sea el momento de darle una oportunidad a la que sin duda es una de las series más exitosas de los últimos años. Toma nota a continuación de cuatro de sus puntos fuertes para que devores los 20 (+1) episodios ya disponibles en la plataforma.
Los ricos también lloran
Antes de explicarte por qué te animamos a que empieces a ver Succession, te vamos a poner en antecedentes con unas ligeras pinceladas sobre su trama. La historia nos presenta a la todopoderosa familia Roy, liderada por Logan, el patriarca y dueño de Waystar Royco, una multinacional que toca desde el mundo de los medios de comunicación hasta el de los parques temáticos. En la celebración de su 80 cumpleaños, sus cuatro hijos Kendall, Shiv, Roman y Connor se sienten traicionados al conocer la decisión que ha tomado para el futuro de la compañía. A partir de este momento, la lucha de egos, la avaricia y el ansia de poder se convierten en la tónica del día a día de esta familia multimillonaria, y disfuncional.
Succession no es el típico drama familiar, y si piensas que en algún momento la historia de los Roy va a conseguir encogerte el corazón, ya te puedes ir olvidando de ellos. Y es que la ficción creada por Jesse Armstrong muestra los aspectos más turbios de la vida de los miembros de una familia, quienes nunca han movido un dedo para ganarse el pan. Cuatro hermanos, un yerno y un sobrino nieto que aspiran a buscar el mejor puesto en la carrera por la sucesión en la dirección de Waystar Royco. Todo ello mientras luchan contra sus adicciones, sus singulares vicios y sus propios egos en sus vidas privadas, en las que el hecho de pertenecer a un clan familiar sólo sirve para guardar las apariencias.
Unos personajes odiosos que te atrapan
Al hilo del primer punto, nos parecía reseñable hacer un especial hincapié en los fantásticos personajes que protagonizan la ficción de HBO. Unos personajes de esos a los que es imposible llegar a querer, ni siquiera en lo más profundo de tu ser. Unos personajes detestables y egoístas, que representan a la perfección el lado más despreciable del ser humano, nuestra faceta oculta de carroñeros.
Comenzamos por Kendall Roy (Jeremy Strong), el hermano que aspira a convertirse en el sucesor de su padre, Logan, en Waystar Royco. Aunque a primera vista su rostro pueda llegar a darte cierta lástima, y te lleve casi a empatizar con él, ya te avisamos de que tiene más de un as guardado en la manga. Sus adicciones y su sed de poder le han jugado una mala pasada, y además por llegar a liderar la empresa familiar, también lucha por recuperar a su mujer y su hijo.
Pasamos al pequeño de los Roy, Roman (Kieran Culkin), un niño de papá, maleducado e inmaduro, que pese a no mostrar, de una forma tan evidente como Kendall, su interés por quedarse con la compañía, te sorprenderá la forma de jugar sus cartas. Aunque, para gustos los colores, nos atrevemos a sugerirte que es uno de los mejores personajes de Succession, o al menos el que mejores momentos nos ha regalado.
Continúamos con el único rostro femenino de la familia, Siobhan (Sarah Snook), y la única que, hasta la fecha, ha estado desligada de Waystar Royco. El interés de su padre porque tenga más presencia en la compañía, y el ascenso dentro de ella de su futuro marido, despiertan en ella esa actitud de empoderamiento que le sirve para demostrarse a sí misma y a sus hermanos que ella también está dentro de la ecuación.
Le toca el turno a Logan, ese patriarca, al que interpreta de una forma brillante Brian Cox, cuya personalidad tiene ciertas similitudes con la del magnate multimillonario Rupert Murdoch. Aunque sus inicios como empresario fueron a pequeña escala, a medida que la empresa aumenta sus beneficios, empieza a adquirir nuevos modelos de negocio, hasta crear un conglomerado de empresas con vistas a crear su propio monopolio. Desde luego su actitud y la forma que tiene de tratar a sus empleados y de mover hilos para poner a todo el mundo a su servicio dista mucho de ser admirable. Pero cuando ves como sus propios hijos quieren quitárselo de en medio, quizá llegues a sentir cierta lástima, y a aprobar algunas de sus decisiones.
Connor (Alan Ruck), el mayor de los Roy, que vien podría ser considerado un 'nini'. Y es que, pese a no haberse desligado de la empresa familiar, nunca aparece por las oficinas y se dedica a vivir la vida, gracias al sueldazo que cobra de Waystar Royco. De los cuatro hermanos, podría decirse que es el que menos interés despierta, aunque puede que sea de esos que parece que no han roto un plato en su vida, y nos deje con la boca abierta en la tercera temporada.
Cerramos con el peculiar tándem formado por Greg (Nicholas Braun) y Tom (Matthew Macfadyen), el sobrino nieto y el futuro yerno de Logan, respectivamente. Ambos forman una pareja de trabajo muy peculiar, y en ocasiones se sienten un poco fuera de juego, al ser testigos de los brutales improperios que se lanzan entre los hermanos Roy, y ese deseo por convertirse en el favorito de su padre.
Unos diálogos llenos de matices
Otro de los puntos fuertes de Succession es la genialidad de sus diálogos. Lejos de estar repletos de términos empresariales de esos que no te suenan de nada, destacan por su fluidez y humanidad. Es decir, los personajes mantienen conversaciones que bien podrías escuchar o incluso protagonizar en tu día a día. Eso sí, es más que probable que en esas conversaciones de tu entorno no escuches tal cantidad de isultos y obscenidades que pronuncian la mayoría de los personajes cada vez que abren la boca. La palma se la lleva el pequeño de la casa, Roman, quien tiene "palabras de afecto" para todo el que se cruza en su camino.
Altamente adictiva
A priori, cuando lees la trama de Succession nada te hace pensar que sea capaz de engacharte y no dejar que te levantes del sofá. Pero una vez que das al play y te adentras en la vida, y las miserias, de los Roy es difícil salir de ella. La ficción de Armstrong, que llegó a HBO en junio de 2018, es como el buen vino, mejora episodio tras episodio. Y si la primera temporada consigue meterse en el bolsillo al espectador, la segunda tiene una trama aún más adictiva, gracias a los nuevos matices que empieza a desarrollar cada uno de los personajes principales. Los capítulos no suelen terminar con el clásico 'cliffhanger' que te lleva a seguir delante de la pantalla; pero ya te advertimos que es complicado no ver más de un episodio seguido.
'And Just Like That...': El 'revival' de 'Sexo en Nueva York' ya tiene fecha de estreno en HBO MaxPor lo que se ha podido ver en los avances de la tercera entrega, todo apunta a que ese nivel de adicción va a ir 'in crescendo' a medida que avanza la acción, y se espera que la trama central y las subtramas se conviertan en tu obsesión de la recta final del año.
