Esta película la pude ver en un preestreno gracias al programa El Séptimo Vicio de Radio 3, era una cita a ciegas y teníamos gran expectación porque no sabiamos qué cinta íbamos a ver.
Si ya sé que se hace un poco larga, y en algunos momentos se pierde en un contenido que no se sabe muy bien por donde va a ir a parar el film, pero aún así me gustó, ya que recuerda mucho a las anteriores películas de este director, que hace un bonito homenaje a su pueblo (me encantan todas aquellas personas que reivindican ser de un pueblo, y lo llevan en la sangre, nadie debería renegar de sus orígenes) y sobre todo me gustó la mirada de ese niño que te muestra la inocencia, el hambre y sus penalidades, y esa picardía en esas dos tomas que saca cuando afirma que él se comería el bocadillo en cuatro bocados. Y también me gustó el final, nunca me lo hubiera imaginado así, unir el pasado con el futuro me parece un buen contraste, y me pareció original. Lo que menos me gustó de la película es el tono de voz que tienen los italianos que incluso cuando están hablando normal parece que están discutiendo, su sonido es estridente, con lo cuál no te digo nada cuando se exaltan que ocurre mucho en la película. Puede parece en un principio que es una historia de amor, pero no es así, la mujer tiene un papel importante, pero sin dejarse ver mucho, lo que hace que la historia se transforme en otra cosa.