El canódromo que aparece en 'Petit Indi' fue el último de la península y suponía el espacio de recreo predilecto de parados y jubilados. Situado en el barrio barcelonés de del Congrés, se dice que en él "se apostaba, pero nunca se ganaba". El canódromo se cerró en febrero del 2006 y, cuando comenzó el rodaje del film de Marc Recha, llevaba mucho tiempo abandonado (de lo cual se deduce que en malas condiciones). El equipo artístico de la película hizo un intenso trabajo de reconstrucción para recrear el canódromo original, para lo cual también fue fundamental la participación de los figurantes: entre ellos pueden encontrarse varios de los antiguos apostantes del canódromo al igual que varios de sus antiguos empleados.
El proceso de escritura de guión se inició en 2004. Por aquél entonces Vallbona estaba en pleno proceso de transformación. Al escribir la historia de 'Petit Indi' se tuvieron en cuenta los elementos originales del barrio en ese momento. Cuando, cuatro años más tarde, el equipo comenzó el rodaje de la película, este barrio de Barcelona había sufrido fuertes cambios provocados por las obras del AVE, la edificación y la consecuente desaparición de los tan característicos huertos de la zona. Esta nueva metamorfosis espacial obligó a realizar pequeñas modificaciones en el guión. Vallbona se encuentra situado en una zona montañosa comprendida entre el límite de Barcelona y Montcada i Reixac. Esta tierra aislada desde la construcción de autopistas a finales de los años sesenta, permitió trabajar al equipo en una zona fronteriza prácticamente olvidada por los habitantes de la ciudad. Vallbona es, pues, un espacio que fluye, en constante transformación, en la que conviven tanto estructuras modernas como construcciones de épocas pasadas. Un barrio que acoge, pues, personas de diferentes etnias y culturas. La incertidumbre del espacio es un punto interesante para la construcción de la historia del film.