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    Caminando entre las tumbas
    Críticas
    3,5
    Buena
    Caminando entre las tumbas

    Liam el sucio

    por Xavi Sánchez Pons

    Desde que LucBesson lo convirtiera en un héroe de acción en la celebrada Venganza, Liam Neeson se ha movido como pez en el agua en el género, dando rienda suelta a su lado más animal y menos intelectual; además de mostrar un nuevo estereotipo en su carrera: el de ex agente del orden que se toma la justicia por su mano. En Caminando entre tumbas vuelve a explorar esa faceta, pero con unos claroscuros y profundidad que lo alejan del vengador unidimensional a la Charles Bronson y lo acercan a un vigilante más humano.

    La película parte de una novela negra de Lawrence Block, figura del género en los Estados Unidos, y de uno de sus personajes más conocidos, MattScudder, un ex policía neoyorquino ex alcohólico metido a detective privado sin licencia, que ya había aparecido con anterioridad en la gran pantalla, concretamente en 8 millones de maneras de morir (1986), thriller de Hal Ashby protagonizado por Jeff Bridges y Rosanna Arquette, con guión de Oliver Stone. Revivido ahora con tino por el director y guionista Scott Frank (Minority Report, Lobezno Inmortal, Un Romance Peligroso), Caminando entre tumbas es el primero de una serie de filmes que narrarán la vida y los casos de Scudder, en una suerte de recuperación de la novela negra y el hardboiled clásico en el cine. No en vano el nombre de Sam Spade es mencionado en la película en diversas ocasiones; un ejercicio casi meta-genérico.

    El nuevo trabajo de Scott Frank, tras el fallido thriller indieThe Blackout, insufla nuevos aires al género criminal al apostar por una nada disimulada escabrosidad en los crímenes de los villanos de la función: dos antiguos agentes de la DEA se dedican a secuestrar a esposas de narcotraficantes para pedir un rescate, mujeres que luego asesinan y descuartizan, repartiendo los trozos por diversos lugares de Nueva York. Ese punto de partida, casi propio de un thriller coreano de nuevo cuño, es la principal novedad de una cinta que se inicia con un excelente prólogo, muy a lo Harry el Sucio de Don Siegel, donde se explica el génesis del personaje interpretado por Neeson. Lo que sigue, es un drama criminal sólido, ejecutado a cámara lenta (media hora menos le hubiera ido de perlas a la película para resultar más redonda), que no cae en el maniqueísmo y, ojo, no hace bandera del ojo por ojo diente por diente. Y es que Caminando entre tumbas también se puede interpretar como una historia, truncada, de redención.

    A favor: El nuevo tour de force de Liam Neeson, siempre excelente.

    En contra: El personaje del niño-vagabundo que ayuda a Neeson a resolver la trama.

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