Crítica de SensaCine.com para ¡Menudo fenómeno!: Segundo tarro del mismo donante

Hollywood siempre ha sido ese gran, reluciente y lujoso escaparate que en realidad oculta una apisonadora. No importa la conocida dificultad que implica para desarrollar una obra artística libre de condicionantes, peajes o injerencias, decenas de cineastas de todo el mundo siguen percibiéndolo como meta a la que aspirar. Una de las posibles puertas de entrada es el llamado autoremake express, propiciado cuando un productor ve potencial en una película extranjera, decide comprar los derechos para hacer casi inmediatamente una versión estadounidense y es su propio autor quien se encarga de volver a realizarla. Muchos han pasado por el proceso -George Sluizer con 'Desaparecida', Géla Babluani con '13 Tzameti', Takashi Shimizu con 'El grito', incluso Michael Haneke con 'Funny Games'- y ahora debemos añadir al canadiense Ken Scott, que con '¡Menudo fenómeno!' entrega el remake de 'Starbuck', escrita y dirigida por él mismo hace sólo dos años.

'Starbuck' fue un notable éxito de taquilla en Canadá y no es difícil comprender que su argumento llamase la atención de Vince Vaughn, protagonista de esta nueva versión y uno de sus principales impulsores. Él interpreta a David Wozniak, un repartidor de carne con una clara indisposición a tomar las riendas de su vida hasta que un día descubre que, fruto de una donación de esperma realizada hace más de veinte años, tiene 533 hijos, de los cuales 142 han iniciado acciones legales para conocer la identidad de su padre biológico. Suculento material para las reflexiones sobre la inmadurez, la aceptación de responsabilidades y la paternidad por las que se suele pirrar la comedia norteamericana de grandes estudios, pero que Scott decide llevar por un camino menos explícitamente humorístico y más vinculado al crecimiento interior de su protagonista. Exactamente lo mismo que sucedía en el filme original, pues '¡Menudo fenómeno!' sigue el libro de estilo del remake fotocopia con sólo pequeñísimos detalles de maquillaje localista -por ejemplo, sustituir el fútbol por el baloncesto-. Si algo ya funcionaba, no lo cambies. Simplemente, esta vez pon a leer el guión a gente con la que es tan fácil empatizar como Vince Vaughn, Chris Pratt o Cobie Smulders. Objetivo cumplido.

Y es que si te gustó 'Starbuck' hay muy pocas posibilidades de que no aprecies '¡Menudo fenómeno!'. La película conserva los chistes, el tono blanco y la indisimulada oda a la felicidad familiar de la original, sirviéndose de una construcción de relaciones entre los personajes que llevan a pensar en un Capra contemporáneo pero desprovisto de filo o agudeza. Vaughn hace un buen trabajo alejándose del registro cenizo y amargado que le ha dado fama -y los grandes papeles por los que le queremos- de forma paulatina, a medida que Wozniak entra en contacto con su inabarcable prole e intenta convertirse en un padre aceptable para su novia Emma (Smulders), también embarazada. Sin embargo, como apunta la crítica estadounidense Genevieve Koski, una vez vista la película queda la duda de si no habría salido todo mejor si el desastroso, pero simpático, protagonista hubiera sido interpretado por el siempre eficiente Chris Pratt y, en un intercambio de papeles, Vaughn fuera su descreído y torpe abogado. ¿Quizás no es demasiado tarde para que ruedes una tercera versión, Ken?

A favor: El carisma simple y bonachón de Chris Pratt desarma con la misma efectividad que en la serie 'Parks and Recreation'.

En contra: La incomprensible relación entre Wozniak y su novia, a la que los 12 años de diferencia de edad entre Vaughn y Smulders no ayudan precisamente.