Jon (Gleeson) es un joven que aspira a ser músico, concretamente teclista, por una casualidad acompañada de una fatalidad se une a un grupo de artistas bastante excéntricos que forman un grupo musical de nombre impronunciable, liderados por el enigmático Frank (Fassbender) y su neurótica compañera Sara (Gyllenhaal). Jon tratará de encajar dentro de la banda y poco a poco se irá abriendo un hueco, entre tanto, distintos sucesos marcarán el devenir de todos ellos. Leonard Abrahamson (nacido el 30 de noviembre 1966) es un director de cine y televisión irlandesa. Abrahamson, “Lenny”, es conocido en el mundo del cine por sus películas de Adam & Paul, Garage y Lo que Richard Did. Rock and Roll, ¿existe algo mejor para los oídos? Yo creo que no, cada sentido tiene un plato estrella y el mejor menú que hay para degustar con el sentido del oído es un buen plato de rock and roll.
Frank es todo un ejercicio de extravagancia, de peculiaridad, de profundidad, de lo más intrínseco de un artista, pura esencia, la raíz sacada al exterior, la genialidad, la locura apoderándose de la racionalidad pero sobre todo, la singularidad. Parece un click de Playmobil gigante, con esa cabeza que parece estar hecha de cartón piedra, si, como las conocidas cabezas que lucen en algunas fiestas patronales de “Gigantes y cabezudos”, es un personaje bastante estrambótico, aunque me resulta más atrayente su locura que la repelente pedantería que muestran algunos de los extraños personajes que forman la banda y que rodean el fabuloso y característico universo que “encabeza” y nunca mejor dicho, Frank. Pero el personaje principal no es Frank, sino Jon, a priori el más cuerdo de todos, pero Jon se dará cuenta de que su cordura puede romper el equilibrio del grupo, puede que se dé cuenta tarde o puede que nunca sea tarde, pues siempre hay un camino para empezar de nuevo.
Divertidas todas esas inyecciones de locura, con situaciones surrealistas y personajes con personalidades tan extremas y dignas de ser estudiadas por profesionales. Michael Fassbender aunque se pase la mayor parte de la película metido dentro de esa “cabezota” como si fuera un astronauta dentro de una escafandra, vuelve a estar sensacional, parece un niño adulto, lleno de misterios, muy atrayente, lleno de genialidad que está todavía por descubrir y explotar, tan frágil, tan delicado, y a la vez tan arrebatador.
Doomhnall Gleeson recorre unas experiencias cíclicas que pasan del principio de admiración de la banda hasta el asentamiento y aceptación, cosa que nunca llega por completo puesto que el carácter de los integrantes del grupo es bastante complicado, termina por imponer su criterio con el declive final a causa de sus acciones y del tacto que pierde a medida que va tomando confianza con Frank.
Maggie Gyllenhaal está más que creíble, dando vida a una persona altamente irritable, un lazo de atracción la unirá con Joe, pero hay una especie de dualidad que vincula esa atracción que es una relación tangible y real con Joe a una especie de amor platónico e incondicional con Frank, aunque ella tiene una gran personalidad propia y es muy difícil de amaestrar.
La música es uno de los elementos más destacables, sonido decadente, algunas metáforas en sus letras y un caos sinfónicamente controlado, todo con el toque final de una voz grave y penetrante. La visión cómica que se le da a las enfermedades mentales es uno de los recursos que utiliza el director para lograr que se empatice con los personajes y hacer llegar a todo el público el sentir de las personas que lo padecen, ayudando así a comprenderlas un poquito mejor, consigue que veamos el mundo a través de los ojos de los que la padecen, dándole importancia a situaciones sencillas y cotidianas y restándole relevancia a momentos trágicos o mejor dicho normalizando esas tragedias.
Las redes sociales tienen un papel de peso dentro del guión, pueden encumbrarte sin que seas todavía conocido, pueden llevarte a lo más alto y abrirte las puertas de la fama, allanando el camino, pero también pueden servir para todo lo contrario, la historia que en el film se cuenta es una buena muestra de ello.
Lo mejor:
La originalidad de todas las facetas del film.
Lo peor:
El surrealismo de algunas acciones, pero también considero que son parte de su atractivo.
Conclusión:
En su conjunto es una gran película, con buena música, con un guión muy original bastante acertado, con grandes interpretaciones, un entorno bastante destacable y buena dirección artística. Una pequeña joya underground que puede ser recordada como película de culto por todos los acertados elementos que hay en ella y por la buena elección del elenco de actores que son los que tenían que ser.