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    John Wick (Un buen día para matar)
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    4,1
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    43 Críticas del usuario

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    Lourdes L.
    Lourdes L.

    127.683 usuarios 920 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 6 de febrero de 2015
    "Duérmete niño duérmete ya o vendrá el coco y te matará", o ¿era comerá?, da igual pues éste aparece y no deja bola en pie, ni zapato calzado, ni ¡cabeza sin agujero!
    Bienvenidos al resort del asesino, confortable espacio neutro de disfrute y pausa para el trabajo, hotel de lujo con todo tipo de acondicionamiento, prestación y servicio de atención al cliente las 24 horas en todo aquello que se necesite y tercie, relax, comodidad, diversión y seguridad para autónomos y trabajadores asalariados garantizado por normas, ética y obligaciones inquebrantables mientras se esté en nuestras instalaciones, servicio de limpieza impecable, atención sanitaria eficiente, vecinos del gremio discretos, personal reservado, amable y considerado, todo tipo de necesidades solicitas por nuestros clientes al instante para descanso del cuerpo y tranquilidad de la mente mientras se prepara para otra jornada de trabajo, otro día para matar.
    Un clásico dentro del género de acción que vive y cumple a rajatabla los puntos y clichés esperados, un asesino retirado, siempre de vida mísera y dolor insoportable por pérdida de un amor verdadero que, por accidente inoportuno de molestarle cuando había escogido el abandono, la soledad y el martirio, vuelve a estar activo, un hijo de mafioso tonto cuya estupidez, en este caso robar el capricho de un coche y matar al perro de su dueño, es excusa que desencadena todo el escenario de barbarie y atrocidad incesante, acción rápida/contundente/concisa de movimientos frenéticos sin stop ni pausa y adrenalina en crescendo, golpes/sangre/velocidad de armonía acompasada en su ejecución, tensa y ferviente escena final entre jefe y ex-empleado donde se ajustan las cuentas siempre a puño caliente, un personal cuerpo a cuerpo dejando los tiros, las armas y su frialdad distante fuera, poco diálogo innecesario que ahorra oír memeces de explicaciones y disculpas que de nada sirven ante la férra gelidez de la decisión tomada, entre 15 o 20 minutos de margen para la introducción de los personajes, su perfil andante, suceso clave y..., arrancamos la partida que los dados ya han sido echados; sencilla, directa y al grano de resultado conocido de sobra pero, aún así, se observa la táctica, se degusta el juego y agrada el partido.
    Keanu Reeves, especialista en papeles autodestructivos, dañinos y feroces de mártir sufridos con mano potentes y corazón frío que se viste de Emilio Tucci para esta ópera jugosa de fotografía pulcra, andares poéticos, baile académico y escenas preparadas donde poder ejercer su emprendedora labor autodeterminada por necesidad y convicción imperante, acompañado de un guión mediocre con obvias lagunas en su confección que, a nadie le importa pues su presencia sólo se limita a justificar el espectáculo de violencia, asesinatos que hemos venido a presenciar, locura de maldad, brutalidad y sangre por doquier, matanza de Texas pistola en mano aunque, después del muerto número 102 y sigue contando, el show se hace un poco pesado, cansino y repetitivo.
    Para público específico amante de la demencia física de genocidio del alma y devstación sin sentido ni escrúpulos que agoniza y muere mientras penetra, a cada paso dado, en la mole sádica de ironía apenas perceptible; abstenerse el resto, así evitaremos comentarios llenos de desvaríos por haber escogido mal y no saber dónde se metían.
    Es Keanu Reeves emulando al mejor Liam Nelson con calidad, elegancia y pundonor que seduce y complace, no es la mejor de su género, tiene limitaciones y carencias argumentales que la sitúan en posición media standard pero, la parte importante que se viene a buscar se tasta con gana deliciosa gracias a un eficiente protagonista que cubre y compensa lo que falla a su alrededor.
    Quédate con el baile, su contundente coreografía, su afilada presentación, su danza visual, su arte escénico y perdona los portes torpes que la transportan y te la trajeron a la mesa pues, aunque no apasiona, ofrece lo que esperas y, vienes a lo que vienes ¿no?
    "I wanna do bad things with you (quiero hacer cosas malas contigo), when you came in the air went out (cuando entraste aquí el aire salió), and every shadow fillep up with doubt (y cada sombra se llenó de duda), I don't know who you think you are (no se quién te crees que eres), but before de night is through (pero antes de que pase la noche), I wanna do bad things with you (quiero hacer cosas malas contigo)..., adelante John Wick, "atrae al lobo con la gallina" que yo estoy lista y ¡a la espera!
    Gerardo M.
    Gerardo M.

    4.464 usuarios 134 críticas Sigue sus publicaciones

    3,5
    Publicada el 3 de febrero de 2015
    La venganza es mía

    El Paul Kersey que clamaba venganza en “El justiciero de la ciudad” por la muerte y violación de su esposa ya existía antes de que este John Wick decidiera ajustar cuentas con los responsables de la muerte de su perro. Y Jack Carter, Max Rockatansky, Mason Storm … Todos estos personajes han venido a coronar un subgénero que lleva bastante tiempo en el mundillo del mercado doméstico, aunque recientemente propuestas como “Venganza” o “The Equalizer” han rememorado el brillo de aquellos días, cuando los justicieros tomaban la ciudad y demostraban que la venganza es un plato que se sirve bien frío.

    Así que esta cinta de acción en apariencia modesta no viene para inventar nada nuevo, pero sí que se preocupa de servirlo de una manera distinta. “John Wick” recicla la idea del justiciero en una cinta de acción directa, violenta y visceral que consigue hacer suyos los códigos del género y modularlos en torno a una cantidad de gadgets de guión de lo más originales. Sí, su guión cojea en más de un tramo –algunas motivaciones de sus personajes no están del todo explicadas, y el mismo leit motiv de la vendetta puede resultar difícil de creer-, pero lo compensa con el grafismo escénico del mundo del cómic. Porque en cada plano, en la confección del peculiar y atractivo universo criminal en el que nos va sumergiendo, repleto de hoteles para asesinos con su propio código de etiqueta o empresas de limpieza de cadáveres, en la misma caracterización de sus personajes y su concepción de la acción, esta película desprende un aroma a cómic que sorprende precisamente porque no está basada en ninguna novela gráfica.

    Estamos ante una de las propuestas de acción más vibrantes y originales de los últimos tiempos, repleta de ingenio en el libreto de Derek Kolkstad y buen hacer tras la cámara por parte del debutante y doble de acción de su estrella protagonista en más de un film, Chad Stahelski, que, además, supone la resurrección de un icono del género como Keanu Reeves, totalmente cómodo en su rol de hombre del saco de la mafia, de vengador implacable y prácticamente indestructible. Un vehículo para su lucimiento personal que el intérprete usa y explota como tal con sobresalientes resultados.

    Pura orgía de disparos, sangre, peleas acrobáticas y sentido del ritmo, “John Wick” ofrece cien minutos de entretenimiento sin fisuras en lo que a divertir al respetable se refiere, tanto que compensa la debilidad de su guión y un tramo final más convencional que el conjunto que deja abiertas las puertas a la casi inevitable secuela. Pero la verdad, si ésta consigue el mismo nivel que la que nos ocupa, como si hacen una veintena. Tenemos nuevo director y guionista en el panorama cinematográfico a los que seguir muy de cerca si siguen esta línea. Vivimos la vuelta de un actor al que, pese a sus baches, siempre hemos echado de menos. Y hay un nuevo vengador en la ciudad al que respetar y temer.

    A favor: Keanu Reeves, los constantes momentos de ingenio de su guión, y su alma de cómic
    En contra: los numerosos agujeros de guión y el convencionalismo de su tramo final la impiden ser mejor de lo que ya es
    cine
    Un visitante
    4,0
    Publicada el 17 de enero de 2015
    John Wick, el diablo se viste de Keanu Reeves.

    Que por un coche y su mascota un elemento sea capaz de traer el mismísimo infierno a Nueva York, da la sensación que nos quieren decir que lo realmente importante en esta película no es ni el inicio, ni el final, ni el argumento en sí. Aquí lo que realmente importa es, lo que une todo esto.
    Esta manera de hacer escenas de acción es un punto y aparte de lo que estábamos acostumbrados hasta ahora, al verlas da la sensación de estar viendo algo extraordinario en su tratamiento. Además de estar perfectamente coreografiadas y realizadas, algunas a pesar de largas son dinámicas y entretenidas da la sensación que estas escenas son historias en sí mismas, no se reducen a una colección de golpes interminables, sino que están bien estructuradas con inicio, nudo y desenlace en su justa medida.
    Ayuda muchisimo que el protagonista sea un pedazo de artista haciéndolas, todo el bagaje que tiene en este tipo de películas aquí lo desarrolla en toda su extensión.
    Keanu Reeves en su linea, mirada difícil de encontrar, serio como él solo y peleas con alto contenido en artes marciales impecablemente hechas.
    Michael Nyqvist su alter ego esta muy bien de mafioso, serio, cabal dan ganas de tomarse un copazo con el, aunque el innecesario último baile con Reeves se lo podían haber ahorrado, junto con Willem Dafoe los dos personajes mejor interpretados de la película.
    John Leguizamo y Alfie Allen también están muy bien.
    Película de acción pura y dura, ideal para pasar un rato muy muy divertido.
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