Opiniones sobre Truman

Esta película me ha encantado!. Una historia tan natural como la vida misma y donde la muerte es planteada de una forma diferente, a lo que vemos habitualmente en las películas. Javier Cámara, espectacular en su personaje. Y Ricardo Darín, tan auténtico que logró transmitirme cada uno de sus sentimientos. Por otro lado, está su relación con Truman su perro, al que trata como un hijo. Y ¿cómo no empatizar con ese amor único que se siente por una mascota? y que sólo el hecho de pensar en su ausencia y en nuestra propia ausencia, hace que caigamos en un estado de angustia.
Película bella y llena de emociones!

La gran triunfadora de la última edición de los Premios Goya fue Truman, una coproducción hispano argentina que ha conseguido cinco premios (de seis nominaciones) en las categorías de mejor película, mejor dirección, mejor guion original, mejor actor protagonista y mejor actor de reparto. Ricardo Darín y Javier Cámara también ganaron ex aequo la Concha de Plata al mejor actor en el pasado Festival de San Sebastián.
Tomás (Javier Cámara) viaja desde Canadá, donde vive ahora con su familia, a Madrid para visitar a su viejo amigo Julián (Ricardo Darín) al que lleva mucho tiempo sin ver. Viene a pasar cuatro días con él y a recuperar esa amistad que se ha perdido con la distancia ahora que Julián está atravesando una complicada situación personal. Julián busca una familia que adopte a su perro Truman y arregla unos asuntos pendientes, por su parte Tomás no saben muy bien cómo ayudarle y es consciente de que este viaje es más bien una despedida.
Esta es una historia triste aunque el director Cesc Gay consigue encontrar la manera de contarla de una forma simpática y elegante que nos hace empatizar con el protagonista desde el primer momento, entendiendo perfectamente sus motivaciones. Para ello se vale del sentido del humor, de la emoción y de mostrar sentimientos reales evitando caer en el melodrama y en la manipulación lacrimógena. Dejando así un relato intimista que nos habla de amistad, de la vida y de cómo afrontar la muerte, y lo hace con elegancia, sutileza y honestidad.
Ya os he dicho que tanto Ricardo Darín como Javier Cámara han ganado varios premios por su excelente trabajo en esta película, los dos ofrecen unas actuaciones notables, creíbles y sinceras. Donde lo importante no es la enfermedad o la despedida, lo importante es la amistad, estar uno al lado del otro, sin preguntas y sin sermones. Dolores Fonzi es Paula, la prima de Julián y la persona que se está ocupando de ayudarlo y acompañarlo. El reparto lo completan caras muy conocidas del cine español que apenas tienen una escena para lucirse, nombres como el de Elvira Mínguez, Javier Gutiérrez, Eduard Fernández, Silvia Abascal, Kira Miró, Àlex Brendemühl, José Luis Gómez, Pedro Casablanc o Nathalie Poza.
Truman nos ofrece un enfoque narrativo diferente para una historia que ya hemos visto antes, lo que la hace original y única. Eso unido a la magnífica interpretación de sus protagonistas y su fuerte química, hacen que sea una gran película.

“Porque, a las cinco de la mañana, cuando estás realmente jodido y necesitas ayuda ¿a quién llamas? No llamas a los padres, ni a los colegas ni a conocidos, llamas a un verdadero amigo, y los nombres que te vienen a la memoria ¡no son muchos!..., de eso va la película”, Javier Cámara; “ ¡ahí le has dao!”, Ricardo Darín. Sinceridad a raudales.
¡Qué bueno que viniste!, qué bueno salir del cine pudiendo confirmar ¡es lo que esperaba!, ¡expectativas cumplidas!, rotunda afirmación cuyo previo temía y dudaba no poder expresar dicha sentencia con eficiencia sentida; pero se ratificó lo que se intuía y anhelaba, para complacencia de la persona que tenga la inteligencia de no dejar pasar la oportunidad de tastar tan exquisito manjar.
Imparcial no soy, adoro a ambos protagonistas, su talento y facilidad para la interpretación, para la transformación y evocación de sus personajes es asombrosa, magistral para deleite y gozo del espectador; fan o no, imposible no reconocer el respeto que se han ganado dentro de suprofesión.
Y si se añade un guión cálido y humano, que da la oportunidad de explayar tan deliciosas y buscadas habilidades, más un director que tuvo el ojo, o la fortuna, de reunir tanto ingenio y agudeza en un mismo filme ¡qué quieres que te diga!, el resultado no puede ser otro que esta ¡subliminal pieza!
Película de sentimientos encontrados, dureza de silencios que hablan a través de aquello que no se comunica pero todos entienden presente, fragancia de espíritu que debe acompañar en esa preparación de difícil viaje venidero donde sólo se requiere estar, observar y amparar; no importa tu opinión, no se solicita tu intervención, unicamente el respeto de una decisión, entendible o no, que ya ha sido tomada pues eres leal amigo que “no pedís nada, no pasáis factura, sois generoso”. Y hay que ser paciente y generoso para digerir y absorber una amistad de tantos años, profunda confianza que no necesita expresar lo que está dicho con su sola comparecencia y mutismo.
“Los inseparables”, que llenan la pantalla con su sólida presencia y penetrante mirada, que te cogen de la marno para volcar una inmensidad de sensaciones sin que puedas digerirlas con emoción distante, que con música de respiración lenta y esencia intimista, ofrecen la partitura final de esa alma cansada y agotada, querida y añorada a quien cobija un cautivador solitario de guitarra como preparación melancólica de esa forma entrañable, dura y espinosa de recepción elegida; no es fácil el tema, arde el asunto a tratar entre las manos, aquieta la aspiración y aliento, anula las ideas pues ¿cómo despedirse por siempre de un íntimo amigo?, ¿qué decir en ese último encuentro?, ¿hay algo no expresado que no se sepa e intuya?; de ahí que este hondo, abismal y categórico guión viva de prolongación y rutinarias pausas para cuatro días únicos e inolvidables, nada que añadir a la especial situación enfrascada que no sea la cotidiana andadura de quien se conoce sin abrir boca; tensión lagrimal, anímica angustia, inquietud colosal y lo único para aliviarla es callarse, caminar junto al protagonista y respetar aquello que comparte.
Cesc Gay realiza un hermoso trabajo, de arduo calado y enorme pesadez espiritual, con la sabiduría de olvidarse de la cámara como personaje y dejar, que esta potente pareja, actúe y deslumbre cada fotograma con sólo recitar sus memorizadas palabras, o simplemente sin pronunciar nada, robustez de dos figuras que sufren su dolor sin parlotear, que nutren su necesidad con su existencia mutua y que te permiten arroparles en sus fatigosos y definitivos encuentros.
Punto y aparte es la conclusión que se saque de esta preciosidad emocional, pues depende en toda medida de la afinidad que logres con las afecciones vertidas, simbiosis imprescindible para apreciar cada tesoro sensitivo, cada afecto personal e interno que ofrece con derroche y altruismo este esplendor de argumento; si te involucras, tu hipnosis dejará paso a esa blanda impresión emotiva de quien está sintiendo cada uno de los momentos con veracidad humana; en caso contrario, la asimilación puede ser de lentitud, vacío y distancia por la poca consistencia sentida para tanta transquilidad y letargo.
“No has venido para convercerme de nada ¿no?” No, pero salgo absolutamente convencida y rendida, por el placer y honor de ser la extensión de ese callado amigo que sólo debe aparecer, escoltar, servir de apoyo y facilitar la elección tomada pues, aunque no siempre “cada uno se muere como puede”, en esta ocasión es solemne tránsito de trago amargo, pero gustoso de presenciar, para quien sirve de testigo, de tan temblorosa firmeza, de quien lo tiene todo dispuesto y claro.
Truman, mi segundo hijo, totalmente dependiente, se solicita tutor que se haga cargo, hombre a ser posible, amante de los perros a poder ser, amigo del alma/de toda la vida sería inmejorable, gusta de magdalenas y baños de vez en cuando, tratar con cuidado y cariño pues me desprendo de una parte de mi irrecuperable, cuyo amor es irreemplazable, como todo el amor desprendido a mansalva en cada fotograma, pues si algo hay en la pantalla es amor, amor y más inmenso amor, único constante e indispensable amor que no todos tienen la fortuna de respirar y apreciar con la soberbia que se solicita.

Lo mejor, la pareja protagonista, la emotividad del guión, el ensimismamiento de su observación.
Lo peor, la visita sólo dura 4 días.
Nota 7

Muy buena película. Grandes interpretaciones. Una manera diferente de tratar el tema de la muerte. Me he pasado media peli llorando! :-S

Hace tiempo que la vi y ya me pareció buena, pero se me olvidó puntuarla. Estoy de acuerdo con los goyas aunque lo de mejor director no se lo hubiera dado ya que con esos dos actores su trabajo es muy fácil. Muy recomendable y muy buenos actores.

Dirigida por Cesc Gay con dos grandes de la interpretación, en un dúo fantástico en el que se demuestra, que cuando hay una buena historia, hay un buen guión y dos grandes estrellas que brillan. Julián es Ricardo Darín y Tomás es Javier Cámara, los dos protagonistas de una bonita historia, que llega al espectador y que toca la fibra. Su paso es pausado, sin prisa, pero efectivo al cien por cien; el tema se podía haber contado de muchas maneras, pero creo que se cuenta y trata muy bien. Hay mucha carga de emotividad y consigue llegar al corazón, transmite mucho sentimiento y para mi es una de las grandes películas del año, creo que hay una maravillosa dirección, aunque por lo que noto, creo que no ha hecho mucha falta; viendo a Darín y a Cámara es como ver a un par de amigos de toda la vida, es todo tan real que el espectador se ve metido de lleno en la trama, y eso es todo un acierto de la pareja Darín/Cámara y por supuesto de todo un equipo y su director. Hay unos diálogos geniales, con buenas frases y es admirable ver como el personaje de Julián lleva el tema, no todo el mundo lo llevaría de la misma manera. Julián es un tipo como dice en un momento de la película su amigo Tomas; le dice..."eres una especie en extinción", siempre dice lo que piensa, es directo, es su forma de ser. Os digo que me ha parecido una gran película de la que podemos sentirnos orgullosos, y se ha demostrado por el cariño con que el público a acogido la película y los mas que merecidos premios, incluidos el Goya al mejor actor protagonista; y a nuestro querido Javier Cámara que también se lo dieron por actor secundario y por supuesto a mejor película. Me ha gustado mucho, y hay que reconocer el gran mérito que tiene tratarnos un tema tan serio y profundo, del que se ve venir la lágrima y no es así, tiene un fondo de humor durante todo el trayecto que la hace diferente. Una buena elección si te gusta el buen cine, se nota un gran trabajo hecho con mucho mimo y que llega en todo momento al espectador, con escenas muy certeras muy humanas y que las vemos con la mayor naturalidad del mundo. Muy recomendable en mi opinión.

Pese a tratar un tema duro no es lacrimógena, está muy bien llevada. Dos monstruos de la interpretación.

Al principio parece que la película te va a aburrir y que sera un coñazo (lo que pensaba yo), pero la peli te sorprende gratamente, aunque no tenga una trama demasiado elaborada, la historia te engancha.

Excelente retrato de una situación realmente trágica pero tratada con una sencillez, humanidad y naturalidad que realmente te atrapa y te emociona sin caer en la lágrima fácil. El trabajo de Darín y Cámara y la química que se palpa es soberbia. Ni cae en la comedia negra ni en la tragedia, temas que va bordeando de principio a fin, pero que el director sabe plasmar haciéndote esbozar una sonrisa o emocionándote con mucha normalidad y sutileza

La ganadora de los Goya desde luego enriquece estos premios. Vaya película!!! Decir que Ricardo Darin esta inmenso es quedarse corto, como afronta un cancer ya sin solución, e ir preparándose para la muerte. Y Javier Cámara, como ese gran amigo incondicional a su lado con poco diálogo, pero que lo dice todo con los gestos de la cara. Refleja muy bien lo que nos cuesta a los hombres expresar nuestros sentimientos con palabras en contraste con las mujeres, incluso lo que nos cuesta llorar. No pasa nada por llorar, hombres entre los cuales me incluyo!! Se la recomiendo a todo el mundo. Cine con sentimientos a flor de piel, que conduce a varias reflexiones después de ver la película.