Crítica de SensaCine.com para La niebla y la doncella: Serie negra benemérita

Confieso que no he sido un lector asiduo de las novelas de Lorenzo Silva, pero sí que cuando han caído en mis manos (frecuentemente veraniegas) alguna de las pertenecientes al ciclo de sus dos guardias civiles me lo he pasado bastante bien. Tal vez una causa de mi desapego intermitente respecto al opus del escritor fuera aquella, ya lejana en el tiempo, adaptación fallida titulada El alquimista impaciente. Cuando ya pensaba que el destino final de este material literario acabaría siendo el de alguna teleserie de más o menos lujo, me topo con este notable ejemplo de noir atmosférico que toma con bastante fidelidad (sí, ésta me la he leído) el libro de Silva para realizar un trabajo estrictamente cinematográfico que va más allá de la mera ilustración (apasionante a ratos) de la resolución de un misterio policíaco.

Psicológico, social y perturbadoramente político retrato coral de personajes (aunque alguno de los secundarios esté a punto de caer en el arquetipo), La niebla y la doncella concentra en esos parajes canarios, casi extraterrestres, lo peor del ser humano y de la sociedad actual en coma española. Utiliza el paisaje y los decorados como la fría mesa de un forense para poner sobre ellos a esos protagonistas, positivos y negativos, y abrirlos en canal, realizarles la autopsia tan cara a la serie negra. Sin tener la (estúpida) necesidad (¿comercial?) de clonar/fotocopiar a modelos foráneos del género (levanten la mano si también están hasta el gorro de la moda nórdica criminal) como hizo hace unos meses la espantosa El guardián de la doncella (que encima se basaba en una novela particularmente ridícula), la película de Andrés Koppel le pone un uniforme verde (¡qué bien está la pareja principal!) al revisionismo desencantado del thriller negro setentero, donde lo psicológico y las motivaciones, flaquezas humanas, eran más importantes que adivinar quién y por qué era el culpable. Una La noche se mueve benemérita que abre la puerta a próximas adaptaciones del opus de Lorenzo Silva. Y a que este que esto escribe se ponga las pilas recuperando esas novelas.

A favor: una excelente atmósfera moral y criminal.

En contra: cierto abuso en su banda sonora.