Crítica de SensaCine.com para Eduardo Manostijeras: Un monstruo con corazón

Tras el éxito de 'Batman', Tim Burton tuvo la posibilidad de realizar una película mucho más personal: 'Eduardo Manostijeras'. En ella, Burton lleva a cabo una reescritura de la historia de Frankenstein a través de un joven, encarnado por Johnny Depp, cuyos dedos son cuchillas de tijeras. Tras la muerte de su "creador", Vincente Price, acaba viviendo con una familia que le acoge en una urbanización suburbial norteamericana que la aceptará en un principio para perseguirle al final. Burton logra aunar el género fantástico con el cine adolescente de los cincuenta con, a su vez, una visión de la sociedad en que se desarrolla la narración mediante una mirada centrada en el detalle y en una construcción visual tan preciosista como gótica. Burton insufla a su película de un encanto especial, trata a sus personajes con cariño e introduce todos sus intereses en una cinta que tan solo acaba truncándose con un final un tanto ñoño pero que, gracias a la partitura de Danny Elfman, ha quedado para el recuerdo. Una película que fue muy mal tratada en su momento pero que, a tenor de la carrera de Burton, queda como una obra sincera, honesta y personal.

A favor: Casi todo.

En contra: Que al final el cuento se cierre de manera demasiado sensiblera.