Mientras haya luz

Marisa, una mujer que está al final de la treintena, tiene una hija a la que sumerge en extrañas historias. Por otro lado, Jaime es un antropólogo que se ve inmerso en una persecución. La fotografía en blanco y negro, así como la banda sonora a cargo de Bernardo Bonezzi, hacen de esta película una obra fílmica intrigante.

Se trata de la ópera prima de Felipe Vega, que le valió al realizador el galardón a Mejor director novel en el Festival de Cine de San Sebastián de 1987. Es una película casi experimental que tiende a la abstracción.