Un gato del F.B.I.

Las hermanas Ingrid (Dorothy Provine) y Patti Randall (Hayley Mills) disfrutan de su vida en su casa de Santa Mónica cuando una noche su gato, D.C., vuelve a casa de su paseo nocturno con lo que Patti cree que es una pista de un caso criminal reciente. Unos ladrones han robado un banco y en el proceso han secuestrado a Margaret Miller (Grayson Hall). Las hermanas deciden informar al FBI sobre la pista que lleva su gato y le asignan el caso al agente Zeke Kelso (Dean Jones). Sin saber cómo seguir el rastro del gato en sus recorridos nocturnos, el agente Kelso no puede ocultar que es alérgico al pelo de gato, algo que tiene que ocultar para mantener su puesto en el cuerpo. Mientras la investigación tiene lugar, las hermanas Randall tienen que ocultar de todo el mundo que el FBI está asentado en su casa desarrollando la investigación.