Por fin solos...
por Eulàlia IglesiasSarah Jessica Parker contraataca en otra comedia romántica junto a ese Matthew McConaughey que todavía no se había convertido en uno de los mejores actores secundarios del cine de Hollywood. La película se sitúa en un contexto sociológico concreto: el de los hombres de trenta-y-tantos (en la primera década de este milenio) que viven todavía con sus padres. El protagonista, Tripp, es uno de ellos (y se ajusta al típico rol de hombre que deja a todos sus ligues porque teme enamorase), y sus progenitores deciden contratar a Paula, una experta en convencer a hombres para que se emancipen provocando que se enamoren de ella (sí, algún guionista consideró que tal profesión resultaba creíble). Las acontecimientos entre Tripp y Paula se desarrollan según lo previsto en el género. Lo que no pueden evitar los protagonistas es que la historia de amor paralela que comparten sus respectivos amigos más raritos (Justin Bartha y Zooey Deschanel adueñándose de la función) resulte mucho más divertida y atractiva.
A favor: El asunto "Matar a un ruiseñor".
En contra: Sarah Jessica Parker, por supuesto.