Produjo la primera película de Wes Craven, La última casa a la izquierda, en 1972. Rodada con un presupuesto muy reducido, generó mucha controversia e inyectó una nueva vida al género de terror en los años setenta. A continuación dirigió y produjo la muy exitosa Viernes 13, protagonizada por el malvado Jason Voorhees, a la que siguió una secuela muy taquillera.