La vida de César cambia por completo cuando descubre que su hermana ha sido víctima de una agresión sexual. Al mismo tiempo, las primeras señales de la pubertad comienzan a aflorar y las descubre con sus compañeros de esgrima.
Cierto día, una joven indigente se cuela en casa de un abogado rico y acomodado. Ambos pertenecen a dos mundos opuestos: No viven al mismo ritmo, no escuchan la misma música, no duermen a las mismas horas, no comparten los mismos sueños. Solamente tienen una cosa en común: lo que sienten el uno por el otro.