Durante la Segunda Guerra Mundial, la Armada Británica tiene que enfrentarse a su mayor amenaza: el acorazado alemán Tirpitz. Sin embargo, éste se encuentra anclado en un fiordo noruego, algo que complica atacarlo con alguna posibilidad de éxito. Pero conociendo este hándicap, la Armada entrena un comando especial para derribarlo, consistente en el uso de pequeños submarinos que coloquen explosivos bajo el agua.
Narra la historia de un sacerdote testigo de la confesión de un asesino. El sacerdote, a pesar de ser acusado del asesinato, permanece en silencio sin violar el secreto de confesión, viendo como todo se derrumba a su alrededor, llegando a una situación de auténtica pesadilla.