Con el comienzo de la crisis, la propietaria de un pequeño restaurante de Alhama de Murcia decidió que su familia rodase con sus propios medios unos spots para emitirlos en la tv local (Tele Alhama). Esta publicidad se popularizó tanto que la noticia corrió como la pólvora y sus aventuras comenzaron a hacerse episodios en Internet, convirtiéndose en una serie con miles de seguidores.