Tras la muerte de su padre en un altercado con uno borrachos, el mundo de Salah se viene abajo. Obligado a llevar el kebab de la familia en solitario, el joven se esfuerza por gestionar la cada vez más ruidosa vida nocturna. Un día acaba con la vida un cliente enfadado tras una pelea. Sin confianza en las autoridades, Salah se deshace del cuerpo en el único lugar que conoce mejor: la carne los kebabs.