La protagonista de la película de Netflix Me llamo Chihiro (Rikiya Imaizumi) no ha tenido una vida sencilla, ya que ha trabajado como trabajadora sexual, pero ahora, acaba de montar un puesto de bento en un pequeño pueblo.
Vagabundo y ciego. Zatoichi no aparenta para nada ser el gran luchador de espada que es en realidad. Sin un rumbo fijo adonde ir, Zaotichi acaba en un pueblo remoto de las montañas donde se dedica a dar masajes y a jugar a los dados. Estamos en el Japón del S. XIX y el pueblo donde se ha instalado Zatoichi se encuentra hostigado por las ...