Tras haber sido condenado por un crimen accidental, Constant se escapa de prisión aprovechando la oscuridad de la noche. A la mañana siguiente, Sylvia le reconoce pero, en vez de delatarle, le hace una extraña propuesta: no lo denunciará a la policía, si él mata a su madre adoptiva, Jeanne, para así poder heredar una fortuna familiar.
Herido por un policía durante un interrogatorio, Abdel está ingresado en un hospital, al borde de la muerte. En los suburbios de París dónde vive, hay altercados durante toda la noche y un policía pierde su pistola. Un amigo de Abdel, Vinz, la encuentra. Vinz, junto con sus dos amigos, Saïd y Hubert, no tienen nada que hacer, sólo matar el ...