En Yokohama, un malhechor secuestra a un niño, al que toma por el hijo de un industrial japonés. En realidad se trata del hijo de su chófer. Se encarga al comisario Tokura que investigue el asunto.
Kaji y los últimos supervivientes de su unidad huyen tras ser derrotados por los rusos, buscando llegar a territorio amigo. Capturado, es enviado a un campo de prisioneros en Siberia, donde enfrentará nuevas pruebas extremas.