El filme nos traslada a 1969 y nos presenta a Buddy: un niño de clase obrera, del norte de Belfast, que se siente feliz, amado y seguro. Su mundo es todo vida y diversión en las calles de una comunidad que permanece unida. Una comunidad donde todos sus familiares viven en la misma calle y donde es imposible perderse, porque todo el mundo en Belfast se conoce. Pero todo se trunca con los disturbios entre católicos y protestantes.