Melissa, una guardia de prisiones, se muda con su familia para empezar de nuevo en una prisión inusual donde los presos parecen tener el control. Su integración es facilitada por Saveriu, un recluso influyente que la protege. Sin embargo, al salir en libertad, él contacta con ella para pedirle un peligroso favor.
La protagonista de Los hijos de otros está muy feliz a sus cuarenta años con su trabajo y su vida en general. Un día comienza una relación de amor con Ali y comienza a vincularse enormemente con su hija de cuatro años.