El actor ha reconocido en el Festival Internacional de Cine de Toronto un detalle que llevaba una década escondido
Rhett Reese y Paul Wernick tenían el sueño de hacer una película de Deadpool, y Ryan Reynolds, que andaba por el universo de Marvel desde que en 2009 fue contratado para hacer un cameo en X-Men orígenes: Lobezno, se sumó al equipo para intentar hacerlo realidad porque creía que el Mercenario Bocazas podía conectar muy bien con el público. 20th Century Fox -antes de ser absorbida por Disney- no tenía mucha fe en el proyecto y decidió no seguir adelante.
Fue entonces cuando Reynolds fichó por Linterna verde, un fracaso económico de 2011 que empeoró aún más las probabilidades de que el largometraje de Deadpool viera la luz. Tras varios encuentros con ejecutivos, el estudio ofreció "un presupuesto por debajo de las seis cifras" para producir algunas imágenes de prueba. El metraje que surgió no era lo que esperaban, así que la producción se paralizó. Pero entonces surgió el milagro.
En 2012 llegó a los cines Los Vengadores, que reavivó por completo el género de superhéroes y levantó el Universo Cinematográfico de Marvel tras el éxito de Iron Man y Capitán América. Fue entonces cuando alguien del equipo de Deadpool pensó: "¿por qué nosotros no?". En julio de 2014 se filtraron unas imágenes del metraje rechazado por Fox que recibieron una respuesta abrumadoramente positiva. Millones de fans de todo el mundo pedían el largometraje, lo que obligó a Fox a replantearse el proyecto.
El final es feliz, puesto que Deadpool recaudó más de 780 millones de dólares en todo el mundo para un presupuesto de 58 millones. La cinta rompió el récord de recaudación en películas con clasificación R, el cual pertenecía previamente a Matrix Reloaded. Quien filtrara el metraje de prueba hizo posible que hoy hablemos de una franquicia de casi 3.000 millones de dólares. El nombre de quien lo hizo ha permanecido una década escondido, hasta que ha salido a la luz en el Festival de Cine de Toronto.
Una década después, se descubre que Ryan Reynolds filtró el metraje de prueba
En una conversación dentro del certamen, Reynolds ha admitido haber filtrado las imágenes de prueba.
Sí, hice un poco de trampa, pero creo que estaba en algo que interesaría a la gente. Y agradezco haber seguido mi instinto y haber hecho lo incorrecto en ese momento
"Había filmado material de prueba un par de años antes, y el estudio simplemente no quería saber nada", recordó el actor ante los asistentes, "Y Deadpool es un personaje marginal. La gente no sabía realmente quién era, y a mí me encantaba. Estaba obsesionado con él porque me encantaba que supiera que estaba en una película de cómics. Era un poco meta, algo novedoso. Pero existían las pruebas, y realmente eran un ejemplo de cómo podría funcionar. Y simplemente no hicieron nada con ellas".
"Un imbécil lo filtró en internet y yo estaba, ya sabes, mirando al tipo en el espejo cepillándome los dientes", ha reconocido, a lo que ha añadido que por un momento se asustó por haber hecho algo ilegal, "Y pensé: '¿Qué has hecho? ¡Esto podría ser castigado por la ley!'. Pero internet obligó al estudio a decir: 'Vamos a hacer esta película', y 24 horas después, la película tenía luz verde".
Gracias a ese "imbécil" que filtró las imágenes hoy contamos con uno de los personajes más divertidos de Marvel.